Carcinoma de células escamosas (espinalioma)

Carcinoma de células escamosas: áreas de piel afectadas

El carcinoma de células escamosas se desarrolla principalmente en zonas del cuerpo especialmente expuestas al sol (llamadas terrazas de sol), y en este caso especialmente en la cara (p. ej., en la nariz). A veces también se ven afectados los hombros, los brazos, el dorso de las manos o las zonas de transición a las mucosas (p. ej., el labio inferior). En personas con cabello escaso o nulo, el espinalioma a menudo también se forma en la zona calva, el cuello o en las puntas de las orejas.

Carcinoma de células escamosas: factores de riesgo

Luz ultravioleta y queratosis actínica.

El factor de riesgo más importante para el espinalioma es la luz ultravioleta y, por lo general, a través del desvío de la queratosis actínica (también llamada queratosis solar). Se trata de una alteración de la piel provocada por la radiación ultravioleta, que en muchos casos se convierte en la fase preliminar de un espinalioma. Se desarrolla exclusivamente en zonas del cuerpo expuestas al sol y normalmente en zonas de la cara, en el dorso de las manos o en la cabeza calva.

Por lo general, la queratosis actínica se presenta como un enrojecimiento relativamente definido que puede aparecer y desaparecer y se siente como papel de lija fino (es decir, algo áspero). Esta lesión cutánea no es maligna, pero a menudo progresa hasta convertirse en un carcinoma de células escamosas. Por lo tanto, las queratosis actínicas siempre deben ser tratadas por un médico.

Otros factores de riesgo

Además de la queratosis actínica, existen otros factores de riesgo para el espinalioma: la piel que ha sido dañada previamente por ciertas toxinas como el alquitrán, el arsénico o el hollín tiene un alto riesgo de sufrir un carcinoma de células escamosas. La lengua y la boca suelen verse dañadas por el consumo crónico de tabaco y alcohol, lo que favorece el carcinoma de células escamosas en esta zona.

Sin embargo, el espinalioma puede desarrollarse no solo sobre daños en la piel causados ​​por toxinas químicas. En casos más raros, este cáncer de piel se desarrolla a partir de heridas crónicas, cicatrices de quemaduras o de otras enfermedades de la piel.

Carcinoma de células escamosas: tratamiento

La terapia estándar para el espinalioma es la extirpación quirúrgica del tumor. Alternativamente (por ejemplo, si la cirugía no es posible por razones médicas), los médicos recurren a otros métodos terapéuticos. Estos incluyen aplicación de hielo (crioterapia), quimioterapia o inmunoterapia local y radioterapia.

Puede leer más sobre el tratamiento del carcinoma de células escamosas y su precursor (queratosis actínica) en Cáncer de piel: tratamiento.

Carcinoma de células escamosas: posibilidades de curación

Sin embargo, una vez que hay metástasis, el pronóstico se deteriora significativamente. También es desfavorable si el paciente tiene el sistema inmunológico debilitado (inmunosupresión), por ejemplo debido al uso de inmunosupresores o a una infección por VIH. El cáncer de piel suele progresar de forma mucho más agresiva.

Aproximadamente entre 40 y 50 de cada 1,000 pacientes con espinalioma mueren a causa del cáncer.

Carcinoma de células escamosas: cuidados posteriores

Incluso después de un tratamiento y una curación exitosos, el carcinoma de células escamosas puede reaparecer. Por ejemplo, aproximadamente la mitad de los pacientes desarrollan un segundo tumor dentro de los cinco años posteriores a la enfermedad inicial. Por lo tanto, los exámenes de seguimiento periódicos durante estos cinco años son muy importantes.

Los intervalos en los que son útiles los exámenes dependen de cada caso individual. En el primer año se suelen recomendar revisiones trimestrales.

Carcinoma de células escamosas: prevención

Asegúrese de proporcionar protección adecuada contra el sol, especialmente para los niños. Su piel es mucho más sensible que la de los adultos.

Sin embargo, los rayos UV, que favorecen el cáncer, no sólo están expuestos a la luz solar, sino también en la cama de bronceado. Por eso, la Agencia Alemana contra el Cáncer recomienda, entre otras cosas: ¡Abstenerse de visitar el solárium!

Debe seguir este consejo, especialmente si ya ha tenido carcinoma de células escamosas, para reducir el riesgo de recurrencia.