Chequeo médico: ¿qué sucede?

Estos incluyen diabetes, presión arterial alta y problemas renales. De esta forma se pueden evitar o detectar y tratar enfermedades lo antes posible. Descubra aquí qué exámenes puede esperar durante un chequeo médico, cuándo es necesario realizar el examen y quién lo realiza.

¿Qué es un chequeo de salud?

El chequeo de salud es un examen preventivo importante para hombres y mujeres. Sirve para detectar en una fase temprana enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus o problemas cardíacos. El chequeo médico también ofrece la posibilidad de recibir asesoramiento médico sobre temas como los antecedentes familiares y otros riesgos de enfermedades. El chequeo médico lo realiza el médico de familia o un internista.

¿Cuándo puedo hacerme un chequeo médico?

Entre los 18 y los 34 años, el seguro médico cubre los gastos de un chequeo médico único. Cualquier persona mayor de 35 años tiene derecho a un chequeo cada tres años. Todos los exámenes son gratuitos para el paciente.

¿Qué exámenes se realizan durante el chequeo?

Al inicio del chequeo de salud, el médico pregunta al paciente sobre enfermedades previas y hereditarias. La atención se centra principalmente en enfermedades comunes como

  • hipertensión
  • niveles elevados de lípidos en sangre
  • La diabetes mellitus
  • La enfermedad cardíaca coronaria
  • Enfermedad arterial oclusiva
  • Enfermedades pulmonares
  • Cáncer

De esta manera, el médico determina el perfil de riesgo de enfermedad individual del paciente y evalúa el riesgo personal.

Además del historial médico, el médico comprueba el estilo de vida del paciente. Mide el peso y la altura del cuerpo, pregunta al paciente sobre su consumo de nicotina, alcohol y drogas y determina si hace suficiente ejercicio. También evalúa el estado mental del paciente.

Examen físico

A la entrevista le sigue un examen físico. El médico primero examina el tórax y escucha el corazón, los pulmones y la arteria carótida. El médico suele tomar el pulso en el pie. También examina la postura del paciente e inspecciona la piel. Una prueba de reflejos proporciona información sobre un posible daño a los nervios. También se comprueba el funcionamiento de los órganos sensoriales.

Medición de la presión arterial

El control de salud incluye una medición de la presión arterial. El médico determina la presión arterial sistólica y diastólica. La presión arterial óptima es 120/80 mmHg (milímetros de mercurio), hasta 129/84 el valor sigue siendo normal. A partir de 140/90, la presión arterial aumenta (hipertensión).

Puede encontrar más información en el artículo Medición de la presión arterial.

Análisis de sangre (valores de lípidos en sangre, azúcar en sangre en ayunas)

Puedes leer qué significan los valores en el artículo Valores de colesterol.

Además de los valores de lípidos en sangre, a partir de una muestra de sangre se determina el nivel de glucosa en sangre en ayunas. En personas con un metabolismo sano, el nivel de azúcar en sangre en ayunas es inferior a 100 mg/dl. Si es mayor, esto puede ser un indicio de diabetes mellitus.

Estado de vacunación

En cada control de salud, el médico comprueba el estado de vacunación del paciente. Para ello se requiere el certificado de vacunación amarillo. Si es necesario, se deberá aplicar una vacuna de refuerzo.

Puede consultar cuándo es necesario reforzar la vacuna en el calendario de vacunación.

El chequeo 35

El Check-up 35 es el inicio de los controles médicos periódicos. El control debería realizarse ahora cada tres años.

El control de salud para mayores de 35 años también incluye un análisis de orina: el médico examina una muestra de orina del paciente con una tira de orina en busca de rastros de proteínas, glucosa, glóbulos rojos y blancos y nitritos. La prueba proporciona información sobre la salud de los riñones, la vejiga, los uréteres y la uretra.

Hombres a partir de 65 años

A partir de los 65 años, el control médico incluye un cribado puntual de aneurisma aórtico [Enlace]. El médico utiliza un dispositivo de ultrasonido para examinar los vasos sanguíneos del abdomen con el fin de detectar posibles abultamientos en una etapa temprana.