Deficiencia de estrógenos: síntomas, causas

Deficiencia de estrógenos: descripción

En la deficiencia de estrógenos, la concentración de estrógenos (como el estradiol) en el cuerpo es demasiado baja. Se trata de un grupo de hormonas esteroides que son las principales responsables del desarrollo y regulación del sistema reproductor femenino, así como del desarrollo de los caracteres sexuales secundarios (como los senos).

Los hombres también tienen pequeñas cantidades de estrógeno. En este caso, las hormonas son importantes, entre otras cosas, para la salud ósea y el metabolismo de las grasas.

Puedes leer más sobre la formación y las funciones de estas hormonas sexuales en el artículo Estrógeno.

Deficiencia de estrógenos: síntomas

La deficiencia de estrógenos se manifiesta en diversos síntomas que afectan la salud y el bienestar general. La siguiente lista contiene los síntomas más comunes que suelen aparecer en la deficiencia de estrógeno:

Períodos menstruales irregulares o ausentes.

El estrógeno juega un papel fundamental en la regulación del ciclo menstrual en las mujeres. Por lo tanto, los niveles bajos de estrógeno suelen provocar períodos irregulares o débiles. A veces, el período incluso cesa por completo (amenorrea).

Estos cambios pueden ser muy estresantes para las mujeres afectadas. También afectan la fertilidad de las mujeres.

Sofocos y sudores nocturnos

Además, la sensación repentina de calor y sudoración (a veces combinada con palpitaciones) perturba el sueño. Como resultado, durante el día las mujeres suelen estar cansadas e irritables.

Sin embargo, los sofocos no siempre acompañan al cambio hormonal; algunas mujeres también afirman sentir frío, probablemente debido a problemas circulatorios.

Membranas mucosas secas y más delgadas en el tracto urinario y sexual.

La deficiencia de estrógenos modifica las membranas mucosas, especialmente en el tracto urinario y sexual (tracto urogenital). Se vuelven más delgadas, secas y menos elásticas.

Consecuencias para el tracto urinario

En el tracto urinario, los cambios pueden causar problemas al orinar: el secado de la mucosa puede causar picazón y ardor en la uretra. Más a menudo, los afectados también tienen una mayor necesidad de orinar, pero solo excretan pequeñas cantidades de orina al orinar (polaquiuria).

El adelgazamiento de la mucosa debido a la deficiencia de estrógenos también puede favorecer la inflamación, por ejemplo de la vejiga (cistitis).

Consecuencias para el tracto genital

La deficiencia de estrógeno también hace que el tejido de la vagina se seque y se encoja (atrofia). Esto puede hacer que las relaciones sexuales sean incómodas o dolorosas para las mujeres afectadas.

Otro factor que contribuye es que la falta de estrógeno cambia la secreción de la vagina. A menudo se vuelve más fino y menos resbaladizo.

Huesos más frágiles

El estrógeno es esencial para una alta densidad ósea y, por tanto, para unos huesos fuertes. Regula la actividad de las células formadoras de hueso (osteoblastos) y de las células degradantes de hueso (osteoclastos).

Por tanto, la densidad ósea disminuye cuando los niveles de estrógeno son bajos. Los huesos se vuelven así más frágiles y aumenta el riesgo de osteoporosis (con consecuencias como dolores de espalda, fracturas óseas incluso sin mucha fuerza, etc.).

Síntomas psicológicos

El estrógeno juega un papel en la regulación del estado de ánimo y el bienestar emocional.

En consecuencia, la deficiencia de estrógenos contribuye a los cambios de humor, la depresión y la ansiedad. Como resultado, las relaciones sociales y el desempeño laboral de quienes lo padecen a menudo se ven afectados.

El deterioro cognitivo

Si los niveles de estrógeno en sangre son demasiado bajos, esto tiene un efecto negativo en las funciones cognitivas y la memoria. La deficiencia de estrógeno se asocia con un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia.

Riesgos cardiovasculares

Los estrógenos tienen un efecto protector sobre el sistema cardiovascular, por ejemplo contribuyendo a la elasticidad de los vasos sanguíneos (importante para la regulación de la presión arterial) y afectando positivamente el metabolismo de los lípidos.

Por lo tanto, la deficiencia de estrógeno puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas cardiovasculares.

Aumento de peso

En las mujeres menopáusicas, sin embargo, el aumento de peso puede ser provocado no sólo por una deficiencia de estrógenos sino también por una reducción de la tasa metabólica basal y un aumento del hambre. La retención de agua en los tejidos (edema), que se produce con mayor frecuencia en el período anterior a la última menstruación (menopausia), también suele hacer subir el peso en la báscula.

Dolor

La deficiencia de estrógeno puede debilitar los músculos y ligamentos del suelo pélvico, lo que puede provocar dolor y malestar abdominal. Sin embargo, la evidencia del estudio al respecto no está clara.

La deficiencia de estrógenos también se asocia con un envejecimiento acelerado de los discos intervertebrales, lo que a menudo provoca dolores de espalda.

Además, la deficiencia de estrógeno contribuye al dolor y la inflamación de las articulaciones porque el estrógeno tiene propiedades antiinflamatorias.

Perdida de cabello

Los estrógenos desempeñan un papel en el crecimiento del cabello y en el mantenimiento de una piel sana. Por lo tanto, cuando hay deficiencia de estrógenos, el cabello se adelgaza y se vuelve más quebradizo. En algunos casos, esto provoca una caída visible del cabello.

Dificultad para tragar y roncar.

Sin embargo, hasta el momento no está claro por qué mecanismos exactamente los cambios hormonales durante la menopausia (como la deficiencia de estrógenos) pueden causar dificultades para tragar.

Algunas mujeres menopáusicas también informan que roncan con más frecuencia o sufren del síndrome de apnea del sueño. Aún no se ha demostrado si la deficiencia de estrógenos desencadena estas molestias.

Deficiencia de estrógenos: tratamiento

El tratamiento de la deficiencia de estrógenos depende de cada caso individual y cómo hacerlo. Los factores decisivos son, por ejemplo, la causa del bajo nivel de estrógeno y la gravedad de los síntomas resultantes.

En principio, existen varias formas de compensar una deficiencia de estrógenos:

Terapia de reemplazo hormonal (TRH).

La TRH es el método de tratamiento más común para corregir una deficiencia de estrógeno, especialmente en mujeres con síntomas menopáusicos. Sin embargo, el objetivo no es restablecer los niveles hormonales a los niveles premenopáusicos.

Más bien, el objetivo es aumentar el nivel de estrógeno en sangre hasta tal punto que los molestos síntomas de la deficiencia de estrógenos desaparezcan.

Para lograrlo, las pacientes reciben estrógeno (a menudo combinado con progesterona) en forma de pastillas, parches, geles, cremas o anillos vaginales. Esto puede aliviar los síntomas desagradables de la deficiencia de estrógenos, como los sofocos, los sudores nocturnos y la sequedad vaginal, mejorando así significativamente la calidad de vida de las personas afectadas.

La terapia de reemplazo hormonal ha demostrado ser un tratamiento seguro y eficaz para muchas mujeres que padecen síntomas menopáusicos angustiantes. Sin embargo, también conlleva riesgos:

Por ejemplo, la TRH aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos y la consiguiente oclusión vascular, como un accidente cerebrovascular o una embolia pulmonar. También aumenta el riesgo de algunos cánceres (como el cáncer de mama).

Sin embargo, estos riesgos pueden reducirse si los médicos adaptan el tratamiento hormonal individualmente al historial médico de la mujer y a los factores de riesgo existentes, por ejemplo, en cuanto al tipo y la dosis del preparado hormonal.

Lea más sobre los beneficios y riesgos de la TRH en el artículo Terapia de reemplazo hormonal.

Terapia local con estrógenos

Para las mujeres que sufren síntomas localizados como sequedad y atrofia de los tejidos en el área vaginal, una preparación de estrógeno vaginal puro puede ser un tratamiento eficaz.

A través de una crema vaginal, comprimidos vaginales o un anillo vaginal, el tejido vaginal recibe directamente una dosis baja de estrógeno. Esto permite aumentar la cantidad local de hormona, lo que puede aliviar los síntomas locales de la deficiencia de estrógenos, con efectos secundarios sistémicos mínimos.

Excepción: cremas con dosis altas de estradiol

Como resultado, al igual que con otras formas de terapia de reemplazo hormonal, pueden ocurrir efectos secundarios sistémicos, por ejemplo, un mayor riesgo de cáncer de mama y de ovario y coágulos sanguíneos.

Además de esto, algunas mujeres reaccionan a la aplicación local de estrógenos, por ejemplo, con picazón temporal, ardor en la piel y/o erupción cutánea.

Sólo debe utilizar cremas vaginales con dosis altas de estradiol durante un único ciclo de tratamiento durante un máximo de cuatro semanas. También debe abstenerse de usarlos si ya está usando otro medicamento de terapia de reemplazo hormonal (por ejemplo, tabletas de hormonas).

Moduladores selectivos del receptor de estrógeno (SERM).

Los SERM son una clase de fármacos que actúan selectivamente en los sitios de acoplamiento (receptores) de estrógeno en varios tejidos. Por tanto, pueden ayudar a aliviar ciertos síntomas de la deficiencia de estrógenos, como la pérdida ósea, sin los riesgos asociados con la TRH convencional.

Un representante de este grupo de agentes es el raloxifeno. Está aprobado para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas.

Terapia de reemplazo de hormonas bioidénticas (BHRT)

Sin embargo, es importante recordar que la seguridad y eficacia de la BHRT aún no se han demostrado claramente.

Deficiencia de estrógenos: lo que puedes hacer tú mismo

Si sufre síntomas como sofocos, alteraciones del sueño y aumento de peso debido a una deficiencia de estrógenos, también puede hacer algo al respecto usted mismo.

Estilo de vida saludable

Un estilo de vida saludable puede ayudar a aliviar algunos síntomas de la deficiencia de estrógenos y aumentar el bienestar general. Las acciones significativas incluyen:

  • el ejercicio regular
  • alimentación equilibrada
  • manejo del estrés / reducción del estrés
  • Mantener un peso saludable

Estas estrategias tienen un efecto positivo sobre el equilibrio hormonal.

Plantas medicinales

Algunas plantas como la soja y el trébol rojo contienen los llamados fitoestrógenos. Se trata de compuestos vegetales con efectos similares a los del estrógeno. Por este motivo, los suplementos dietéticos que contienen, por ejemplo, extractos de soja o de trébol rojo, se utilizan a menudo para tratar los síntomas de la menopausia.

Según las directrices actuales sobre la peri y posmenopausia, los fitoestrógenos pueden ser beneficiosos. Sin embargo, los datos no son claros y la seguridad de muchos preparados es incierta.

Otra planta medicinal que a menudo se menciona como una ayuda eficaz contra los sofocos y demás. es el cohosh negro (Cimicifuga). Los extractos estandarizados de la planta medicinal están oficialmente aprobados como medicamentos para aliviar los síntomas de la menopausia.

La medicina alternativa

También se dice que algunos métodos alternativos, como la acupuntura o el yoga, pueden aliviar los síntomas de la deficiencia de estrógenos. La eficacia de estos métodos aún no se ha demostrado claramente.

Sin embargo, algunas mujeres confían en ellos y los utilizan, a menudo además de otras medidas (como la terapia de reemplazo hormonal) como parte de un plan de tratamiento holístico.

Deficiencia de estrógenos: causas y factores de riesgo

Una variedad de causas y factores de riesgo favorecen el desarrollo de la deficiencia de estrógenos. Los más comunes son:

Menopausia

La menopausia es un proceso biológico natural que marca el final de los años fértiles (reproductivos) de una mujer: la producción de estrógeno en los ovarios disminuye gradualmente.

En algún momento, ocurre el último período menstrual (menopausia). Esto suele ocurrir entre los 45 y 55 años.

Menopausia prematura

Los médicos hablan de menopausia prematura cuando los ovarios dejan de funcionar antes de los 40 años y, por tanto, también dejan de producir estrógeno. Otro término para esto es insuficiencia ovárica primaria (POF).

La deficiencia de estrógenos asociada puede desencadenar en mujeres jóvenes los mismos síntomas que ocurren en mujeres mayores durante la menopausia "normal": por ejemplo, sequedad vaginal y sofocos.

Tratamientos médicos

Varios procedimientos médicos también pueden ser responsables de una falta de estrógeno.

Por ejemplo, si se extirpan quirúrgicamente uno o ambos ovarios (lo que se denomina ooforectomía u ovariectomía), esto naturalmente reduce la producción de estrógeno. La quimioterapia y la radioterapia pueden tener el mismo efecto.

Sin embargo, estos tratamientos suelen ser obligatorios para tratar diversas afecciones como el cáncer o la endometriosis.

hipogonadismo

El término hipogonadismo se refiere a una hipoactividad de las gónadas (ovarios, testículos). Especialmente en el caso de los ovarios, esto se debe a una producción limitada de hormonas, es decir, a una deficiencia de estrógenos.

El hipogonadismo puede deberse a trastornos congénitos como el síndrome de Turner o a trastornos adquiridos como el síndrome de ovario poliquístico (SOP). Provoca que la pubertad se retrase en los adolescentes. En algunos casos, también se desarrolla infertilidad y diversos problemas de salud.

Factores desfavorables del estilo de vida.

A veces, un estilo de vida poco saludable es la razón por la que los niveles de estrógeno son demasiado bajos.

Por ejemplo, la pérdida extrema de peso, el ejercicio excesivo y los trastornos alimentarios alteran el equilibrio hormonal del cuerpo. Esto puede provocar niveles bajos de estrógeno, entre otras cosas.

Factores genéticos y enfermedades autoinmunes.

Por ejemplo, en la ooforitis autoinmune, el sistema inmunológico ataca los ovarios y provoca que el tejido se inflame. Como resultado, los ovarios fallan prematuramente (insuficiencia ovárica primaria, POF): los niveles de estrógeno caen.

Deficiencia de estrógenos: exámenes y diagnóstico.

Para detectar la deficiencia de estrógenos, es necesaria una evaluación exhaustiva del historial médico, un examen físico y pruebas de laboratorio (y, a veces, también otras pruebas). El objetivo es determinar la causa subyacente de la deficiencia hormonal y descartar otras posibles condiciones que causen síntomas similares.

Historial clínico

El médico primero tomará su historial médico (anamnesis). Esto puede incluir información sobre su ciclo menstrual, el inicio de la menopausia, cirugías previas y cualquier historial médico.

El médico también le preguntará detalladamente acerca de sus síntomas. Estos pueden proporcionar información más específica sobre un desequilibrio hormonal.

Examen físico

Basándose en un examen físico, el médico evaluará su salud general y buscará signos visibles de deficiencia de estrógeno (p. ej., membranas mucosas secas, caída del cabello).

Las pruebas de laboratorio

Posteriormente, a menudo se programan análisis de sangre para medir varios niveles hormonales. Lo más común es que se determinen los niveles sanguíneos de estrógeno, progesterona, hormona folículo estimulante (FSH) y hormona luteinizante (LH).

Además, a menudo son necesarias pruebas de la función tiroidea y otras hormonas para descartar afecciones con síntomas similares a la deficiencia de estrógeno.

Estudios de imagen

En algunos casos, los estudios de imagen son útiles para aclarar con más detalle la deficiencia de estrógenos.

Por ejemplo, se puede utilizar un examen de ultrasonido o una resonancia magnética (MRI) para visualizar los ovarios y evaluar su estructura y función. Esto puede ayudar a detectar afecciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o tumores que pueden estar causando la deficiencia de estrógeno.

Exámenes adicionales

Si se sospecha una causa autoinmune o genética de la deficiencia de estrógeno, se necesitan pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico.

Por ejemplo, un análisis de cariotipo ayuda a detectar una anomalía cromosómica como el síndrome de Turner, que provoca hipogonadismo de las gónadas y, por tanto, deficiencia de estrógenos.