Tumor de Klatskin: síntomas, pronóstico, terapia.

¿Qué es un tumor de Klatskin?

El tumor de Klatskin es un tipo especial de carcinoma de las vías biliares (carcinoma colangiocelular), un cáncer de las vías biliares. Se encuentra en la llamada bifurcación hepática, donde los conductos hepáticos izquierdo y derecho se unen para formar el conducto hepático común. Por eso los médicos también lo llaman carcinoma de bifurcación o carcinoma de la horquilla hepática. La mayoría de las personas tienen entre 60 y 70 años cuando se les diagnostica un tumor de Klatskin.

Pronóstico: ¿Cuáles son las posibilidades de curación del tumor de Klatskin?

El pronóstico general del tumor de Klatskin es malo. Cuando el médico diagnostica el tumor de las vías biliares, a menudo ya no es posible operarlo. Esto se debe a que, por lo general, ya ha crecido considerablemente cuando la persona afectada nota los primeros síntomas. Por tanto, la esperanza de vida con el tumor de Klatskin es muy baja. Cinco años después del diagnóstico, menos del cinco por ciento de los afectados siguen vivos.

¿Cuáles son los síntomas del tumor de Klatskin?

A menudo, las personas con un tumor de Klatskin no notan su enfermedad al principio. Sólo cuando el cáncer ya está en una etapa avanzada y el tumor crece, aparecen los síntomas. El síntoma más importante es la ictericia (ictericia). Además, en ocasiones se presenta dolor en la zona abdominal, pérdida importante de peso y malestar general.

La causa del tumor de Klatskin no se conoce con precisión. Entre los factores de riesgo conocidos hasta la fecha que favorecen el desarrollo de un tumor de Klatskin se encuentran los cálculos biliares localizados en el hígado y el llamado síndrome de Caroli. En el síndrome de Caroli, los conductos biliares de los individuos afectados están dilatados.

Otras enfermedades que causan inflamación biliar crónica también se consideran factores de riesgo. Entre ellas se incluyen la colangitis esclerosante primaria (una enfermedad inflamatoria de los conductos biliares) o enfermedades parasitarias (por ejemplo, duela hepática).

¿Cuál es el proceso de examen y diagnóstico?

Al igual que con los carcinomas colangiocelulares ubicados en otras partes de los conductos biliares, los médicos utilizan una variedad de métodos de examen para diagnosticar un tumor de Klatskin. Estos incluyen tomar una muestra de sangre y analizarla para detectar niveles alterados de hígado y bilis. El médico suele realizar un examen ecográfico del abdomen (ultrasonografía abdominal).

Además, con la ayuda de un medio de contraste se pueden visualizar los conductos biliares en una radiografía y se pueden detectar posibles estrechamientos de los conductos biliares causados ​​por tumores, como por ejemplo el tumor de Klatskin. Además, en el diagnóstico del tumor de Klatskin se utilizan otras técnicas de imagen, en particular la resonancia magnética (MRI) y la tomografía computarizada (TC).

Si la cirugía aún es posible, el cirujano extirpa el tumor junto con el conducto hepático común, la bifurcación hepática y los conductos hepáticos izquierdo y derecho. Si es necesario, el cirujano también extirpa partes del hígado.

Si ya no es posible extirpar quirúrgicamente el tumor de Klatskin, el médico comienza un tratamiento paliativo. “Paliativo” significa que la persona afectada recibe una terapia que alivia los síntomas lo mejor posible, incluso si ya no es curable. Para que la bilis fluya a pesar del tumor de Klatskin, un cirujano inserta los llamados stents en los conductos biliares. Estos son pequeños tubos que mantienen abiertos los conductos biliares.