Dermatitis seborreica: Síntomas, frecuencia, tratamiento.

Eccema seborreico: descripción

El eccema seborreico (dermatitis seborreica) es una erupción cutánea amarilla, escamosa y roja (eccema) en la zona de las glándulas sebáceas (glándulas seborreicas). Estas glándulas producen sebo, una mezcla de grasas y proteínas que protege la piel de la sequedad. Las glándulas sebáceas se encuentran principalmente en los conductos sudoríparos delanteros (pecho) y traseros (posteriores), en la cara y en la cabeza peluda. Por tanto, estos son los lugares preferidos para el desarrollo del eccema seborreico. El cuero cabelludo es también la zona más frecuentemente afectada por esta enfermedad de la piel en los bebés, de ahí su segundo nombre "gneis de cabeza".

El eccema seborreico no debe confundirse con la queratosis seborreica, también conocida como verruga senil.

Eccema seborreico: frecuencia

Entre el tres y el cinco por ciento de las personas desarrollan eccema seborreico cada año. Sin embargo, si se tienen en cuenta los casos leves que no requieren tratamiento, esta cifra probablemente sería significativamente mayor. Los hombres de entre treinta y sesenta años son los más afectados y gravemente afectados por esta enfermedad de la piel. El eczema seborreico es especialmente frecuente en relación con la infección por VIH (especialmente en la fase de SIDA) y la enfermedad de Parkinson.

Eccema seborreico: síntomas

El eczema seborreico se caracteriza por un enrojecimiento de la piel normalmente claramente definido con escamas amarillentas. Sin embargo, los síntomas cutáneos varían mucho según la gravedad de la enfermedad: algunos pacientes solo experimentan un aumento de la descamación de la piel, mientras que otros sufren una inflamación masiva de la piel. La infestación también puede localizarse o extenderse a varias zonas de la piel. Las escamas suelen sentirse grasosas.

El eczema seborreico ocurre con mayor frecuencia en la cabeza. La cara y los conductos sudoríparos delanteros y traseros también son localizaciones típicas. También puede producirse inflamación de los párpados (blefaritis).

Por regla general, el eczema seborreico no causa dolor y sólo en raras ocasiones pica. Sin embargo, las áreas dañadas de la piel pueden infectarse con bacterias y hongos. Las marcas de rasguño causadas por una picazón intensa dañan aún más la piel.

En casos raros, el eccema seborreico puede provocar la caída del cabello. Aunque esta caída del cabello suele estar asociada con el eccema, no es causada por él.

Eccema seborreico: diferentes formas

Se hace una distinción entre diferentes formas de eczema seborreico:

Por el contrario, el eccema seborreico focal se caracteriza por síntomas muy pronunciados: los “focos” son descamaciones claramente rojizas, inflamadas, irregulares y amarillentas. Esta forma de la enfermedad suele ser crónica y recurrente (con recaídas).

Algunos expertos clasifican la llamada localización intertriginosa como un subtipo de eccema seborreico. Intertriginoso es el término utilizado para describir áreas del cuerpo donde las superficies opuestas de la piel se tocan o pueden tocarse directamente. Estos son, por ejemplo, las axilas, la zona debajo del pecho femenino, el ombligo, la ingle y el ano. En estos casos, existe un alto riesgo de infección. Sin embargo, el eccema seborreico en estas zonas también puede confundirse con una infección pura por hongos (normalmente Candida).

El eczema seborreico diseminado es particularmente grave y tiene un curso subagudo a agudo (“subagudo” = menos agudo/grave). Ocurre sin causa reconocible o después de la irritación de focos existentes, por ejemplo debido a un tratamiento intolerable. Los focos suelen estar distribuidos simétricamente, son extensos, confluentes, escamosos y también pueden caracterizarse por defectos cutáneos más grandes, supurantes y con costras (erosiones). En casos graves, todo el cuerpo se enrojece (eritrodermia).

Eccema seborreico en bebés

En los bebés, el eccema seborreico suele aparecer en la cabeza. Este llamado "gneis de cabeza" se caracteriza por tener escamas gruesas de color amarillo grasoso. En muchos casos, la enfermedad comienza en la coronilla, cerca de las cejas, en las mejillas o en la nariz. A partir de ahí, el eccema seborreico puede extenderse a todo el cuero cabelludo y la cara. La escalada puede ser muy grave. El cabello del bebé parece grasoso y fibroso.

Al igual que en los pacientes adultos, el eczema seborreico no suele ser molesto para el lactante afectado, a diferencia del llamado eczema atópico. El “bebé gneis cabeza” parece contento. Suele comer y dormir con normalidad.

En ocasiones, el eccema seborreico se extiende a la zona del pañal, la ingle, el ombligo, las axilas o, más raramente, al pecho. También es posible una infestación en diferentes lugares. La propagación de patógenos, especialmente hongos, provoca enrojecimiento de la piel y alteraciones de la descamación en los bordes. Las formas diseminadas de eccema seborreico son raras.

Eccema seborreico: causas y factores de riesgo

En cualquier caso, los afectados sufren una alteración de la renovación cutánea. Las nuevas células de la piel migran a la superficie, donde luego mueren y se desprenden para dejar espacio a las nuevas células de la piel. Este proceso no es visible en la piel sana porque las células de la piel son muy pequeñas. Sin embargo, debido a la alteración de la renovación de la piel en el eccema seborreico, se forman las típicas escamas grandes.

gneis del cuero cabelludo

En los bebés con eccema seborreico de la cabeza, los residuos de las hormonas maternas (andrógenos) desempeñan un papel importante: estimulan la producción de sebo del bebé y, por tanto, favorecen el desarrollo del “gneis del cuero cabelludo”. Sin embargo, estos residuos de hormonas maternas ya se descomponen en el cuerpo del bebé durante los primeros meses de vida, tras lo cual la producción de sebo vuelve a la normalidad.

Conexión con otras enfermedades.

El eczema seborreico ocurre con mayor frecuencia en determinadas enfermedades. Entre ellas se incluyen diversas enfermedades neurológicas, en particular la enfermedad de Parkinson, así como las infecciones por VIH:

Los pacientes de Parkinson suelen sufrir un aumento de la producción de sebo, lo que favorece el desarrollo del eccema seborreico.

El eczema seborreico también está asociado con el efluvio androgénico, una forma de pérdida de cabello causada por una hipersensibilidad genética de las raíces del cabello a las hormonas sexuales masculinas (andrógenos).

Eccema seborreico: factores que influyen

Varios medicamentos pueden provocar una erupción cutánea similar al eczema seborreico. Estos incluyen, por ejemplo, erlotinib, sorafenib e interleucina-2 (todos los medicamentos contra el cáncer). El tratamiento con los llamados neurolépticos, que se utilizan para diversas enfermedades psiquiátricas, también puede favorecer el desarrollo del eccema seborreico.

El estrés y el frío parecen empeorar el eczema seborreico. En verano, por el contrario, el estado de la piel suele mejorar (bajo la radiación UV). Sin embargo, el efecto de la luz ultravioleta es controvertido. El eccema seborreico también puede desarrollarse como resultado de la terapia UV-A (una forma de fototerapia) en pacientes con psoriasis.

Eczema seborreico: exámenes y diagnóstico.

El especialista en eccema seborreico es el dermatólogo o, en el caso de los bebés, el pediatra. En primer lugar, el médico realizará el historial médico del paciente (anamnesis). Las posibles preguntas incluyen:

  • ¿Cuánto tiempo han estado presentes los síntomas de la piel?
  • ¿Las erupciones pican?
  • ¿Ha habido erupciones cutáneas similares en el pasado?

A esto le sigue un examen físico: el médico examina cuidadosamente las áreas relevantes de la piel. En primer lugar, la localización y, en segundo lugar, la aparición de los síntomas cutáneos son criterios decisivos para el diagnóstico del eccema seborreico.

En raros casos de duda, el médico puede tomar una muestra de piel (biopsia) y hacer que un patólogo la examine. No existen signos específicos de eccema seborreico. Sin embargo, normalmente se puede observar un engrosamiento de la capa de células espinosas de la piel (acantosis) debido a una mayor formación de nuevas células cutáneas, una queratinización alterada de la piel (paraqueratosis), una migración de células inmunes y una retención de agua (espongiosis). el microscopio. Además, hay más células inmunitarias en la piel enferma que en la piel sana.

La imagen microscópica de la muestra de piel puede parecerse a la psoriasis (psoriasiforme) o al liquen rosado (pitirasiforme), especialmente en casos crónicos. En el caso de una infección por VIH existente, la imagen microscópica de los síntomas cutáneos puede ser diferente.

Eccema seborreico: diferenciación de otras enfermedades

El eczema seborreico debe diferenciarse de enfermedades con síntomas similares (diagnóstico diferencial). Estos incluyen, por ejemplo

  • Dermatitis atópica (neurodermatitis)
  • eccema de contacto
  • Psoriasis, también conocida como psoriasis capitis (psoriasis en el cuero cabelludo)
  • Liquen rosado (Pityriasis rosea)
  • Otras infecciones cutáneas por hongos (como hongos en la cabeza = tinea capitis)
  • Impétigo contagioso (enfermedad infecciosa y bacteriana de la piel en niños)
  • Rosácea (rosácea)

Otras enfermedades que pueden provocar síntomas cutáneos similares al eccema seborreico son el lupus eritematoso, la sífilis y la infestación por piojos.

En los bebés, el pediatra debe diferenciar el eccema seborreico de la “costra láctea” (eccema atópico). En esta enfermedad, el cuero cabelludo está claramente enrojecido, lloroso y con costras. Los niños afectados también parecen experimentar una picazón intensa. La costra láctea suele aparecer más tarde que el eccema seborreico en los bebés.

Si la erupción es particularmente pronunciada en el área del pañal, puede ser aftas, una infección por hongos causada por la levadura Candida.

Eccema seborreico: tratamiento

Debido a su curso habitualmente crónico, el eczema seborreico a menudo necesita tratamiento externo y, si es necesario, también interno (tomando medicamentos).

El tratamiento se basa en el cuidado de la piel y la reducción del estrés. Los agentes terapéuticos más importantes son los antifúngicos (antimicóticos) y los corticosteroides (“cortisona”). En la zona de la barba, el afeitado puede resultar útil.

Se requiere paciencia para tratar el eczema seborreico. Sin embargo, si la erupción persiste a pesar del tratamiento adecuado, se debe revisar el diagnóstico de eccema seborreico.

Eccema seborreico: terapia externa

El tratamiento externo suele ser a largo plazo y está dirigido principalmente contra la producción de sebo, la inflamación y las infecciones. Por lo general, las distintas aplicaciones se pueden combinar entre sí.

El principio básico del tratamiento debe ser un buen cuidado de la piel. Utilice detergentes sin álcalis. Deben favorecer el desengrasado de la piel y prevenir infecciones.

Queratolíticos

El eczema seborreico en la cabeza se puede tratar bien con champús especiales, que disuelven la caspa y ayudan a prevenir infecciones. El selenio, el zinc, la urea, el alquitrán, el ácido salicílico, el cloranfenicol y el etanol se encuentran entre los ingredientes eficaces de los champús para el eccema seborreico. Generalmente, el champú se debe aplicar dos o tres veces por semana por la noche. Se coloca una venda alrededor de la cabeza durante la noche y se lava el cabello por la mañana.

Los posibles efectos secundarios son principalmente reacciones locales como picazón, ardor y también cambios en el color del cabello o del cuero cabelludo.

Antimicóticos

Los posibles efectos secundarios son irritación local y ardor. Los efectos secundarios graves de la aplicación tópica de champús o ungüentos antimicóticos son raros.

Los corticosteroides

El eccema seborreico también se puede tratar con preparados que contengan cortisona (p. ej., champú, loción o espuma) durante un breve periodo de tiempo. Es importante iniciar el tratamiento con preparados de cortisona con la menor potencia posible. El uso de cortisona ha demostrado ser equivalente a la medicación antimicótica. La cortisona también ayuda contra la picazón. La inflamación de los párpados (blefaritis) en el contexto del eccema seborreico suele tratarse con cortisona (y antibióticos si es necesario).

Inhibidores de la calcineurina

El tratamiento del eczema seborreico con los llamados inhibidores de la calcineurina (pimecrolimus, tacrolimus), por ejemplo en forma de ungüentos, es tan eficaz como los antimicóticos y los corticosteroides. Estos medicamentos inhiben directamente el sistema inmunológico. Sin embargo, sólo deben utilizarse a corto plazo o como tratamiento intermitente, ya que se han descrito casos de tumores (especialmente linfomas y tumores de piel).

Antibióticos

El eccema seborreico sólo se trata con antibióticos si además hay una infección bacteriana clara.

Litio

Eccema seborreico: terapia interna

El uso interno de medicamentos puede estar indicado, en particular, si está presente la variante diseminada de la enfermedad o si el eczema seborreico muestra una clara tendencia a propagarse. Incluso si el tratamiento externo no es (suficientemente) eficaz o si hay más de tres zonas de la piel afectadas, se puede considerar el tratamiento interno con cortisona o antimicóticos. Además, el eccema seborreico a menudo puede tratarse internamente en una fase temprana y durante más tiempo, especialmente en pacientes con infección por VIH.

Los antimicóticos suelen tomarse diariamente durante una semana. A esto suele ir seguido un tratamiento de seguimiento (por ejemplo, dos aplicaciones al mes durante tres meses).

El uso de antibióticos sólo está indicado si la piel también presenta una infección bacteriana.

Como último recurso para inhibir la producción de sebo, el médico puede recetar isotretinoína, un derivado de la vitamina A que en realidad se utiliza para tratar el acné grave.

Tratamiento para bebés

Si estas medidas no ayudan y el eczema seborreico no cede o incluso empeora, debes llevar a tu hijo al pediatra. Si es necesario, pueden prescribir un tratamiento antifúngico local dos veces por semana durante dos semanas o una crema de cortisona una vez al día durante una semana. El tratamiento a corto plazo con corticosteroides tópicos se considera seguro, incluso en niños. Si los síntomas no mejoran en una semana, se debe reconsiderar el diagnóstico de eczema seborreico.

Eccema seborreico: homeopatía y compañía.

Existen diversas terapias alternativas para el tratamiento del eccema seborreico, como por ejemplo la homeopatía, las flores de Bach, las sales de Schuessler, los remedios caseros y las plantas medicinales. Sin embargo, el concepto de estos métodos de tratamiento alternativos y su eficacia específica son controvertidos en la comunidad científica y no han sido demostrados sin lugar a dudas mediante estudios.

Por ejemplo, se dice que bañarse con salvado de trigo y extracto de paja de avena promueve la curación. También se dice que los aceites de pizarra promueven la cicatrización de heridas y tienen un efecto antimicrobiano. El mentol y el timol pueden reducir la picazón. Sin embargo, dichos tratamientos deben ser supervisados ​​por un terapeuta experimentado.

Eccema seborreico: evolución de la enfermedad y pronóstico

El eccema seborreico en adultos suele ser crónico y reaparece después de suspender el medicamento. Por esta razón, el tratamiento a menudo debe repetirse o continuarse de forma continua para prevenir la recurrencia.

El eccema seborreico daña la barrera cutánea que protege contra las infecciones. Esto favorece las infecciones bacterianas y fúngicas de la piel. Estos deben ser monitoreados y tratados en consecuencia para evitar que los gérmenes progresen o se propaguen.

En casos raros, la sensibilización por contacto se desarrolla en forma de reacción alérgica o el eczema seborreico se convierte en psoriasis (psoriasis vulgar). Sin embargo, el eczema seborreico normalmente puede controlarse bien con la ayuda de métodos de tratamiento modernos.

Bebés

En la gran mayoría de los casos, la capacidad de crecimiento del bebé no se ve afectada por el “gneis del cuero cabelludo”. Por tanto, la afección se considera inofensiva. Sin embargo, la afección de la piel puede reaparecer en semanas o incluso meses y luego requerir un tratamiento renovado. El eccema seborreico suele desaparecer por sí solo a más tardar al final del segundo año de vida.

Eccema seborreico: evitar recaídas