Alteración de la marcha: causas, signos, diagnóstico, ayuda

Trastorno de la marcha: descripción

Dado que caminar es generalmente intuitivo, la mayoría de las personas no piensan en los complejos procesos del sistema nervioso y la musculatura que son realmente necesarios para una marcha normal. Para una marcha tranquila son especialmente importantes el órgano de equilibrio, la propia percepción (inconsciente) del movimiento, la información a través de los ojos y el control preciso de la musculatura. Una alteración en cualquiera de estas áreas puede provocar un trastorno de la marcha.

Hay muchas causas de los trastornos de la marcha. Sin embargo, la mayoría de los trastornos de la marcha se deben básicamente a dos causas principales: una alteración del sentido del equilibrio o una alteración del sistema musculoesquelético.

Sensación de equilibrio deteriorada

Para que una persona pueda mantenerse de pie y caminar, necesita un sentido de equilibrio intacto. Si esto falta, se producen trastornos de la marcha y caídas.

Si uno de estos tres sistemas falla, los dos sistemas restantes aún pueden compensarlo, de modo que el sentido del equilibrio sólo se altera ligeramente. Sin embargo, si dos de los sistemas se ven afectados, inevitablemente se producen trastornos del equilibrio. Lo que todos estos procesos tienen en común es que normalmente tienen lugar de forma inconsciente y sólo se toma conciencia de su existencia cuando dejan de funcionar como de costumbre.

  • Sistema vestibular: El órgano vestibular se encuentra en el oído interno. Registra rotaciones, así como aceleraciones y desaceleraciones del cuerpo. Cada persona tiene un órgano de equilibrio en el oído interno derecho e izquierdo. Para lograr un sentido normal del equilibrio, es importante que los órganos del equilibrio de ambos lados estén intactos. Si uno de ellos falla, se produce información contradictoria. Esto puede alterar enormemente el sentido del equilibrio y provocar mareos.

Trastorno del sistema musculoesquelético.

Para que una persona pueda caminar normalmente, no sólo depende de su sentido del equilibrio sino también de un sistema musculoesquelético que funcione. Esto significa que su fuerza muscular es suficiente y que su movilidad no se ve restringida por la función normal de las articulaciones. Si la fuerza muscular es demasiado baja, el movimiento normal sólo es posible de forma limitada.

Muy a menudo, una articulación se daña por el uso o por una inflamación crónica, por lo que ya no se puede mover con normalidad. En los trastornos de la marcha, los problemas con los músculos y las articulaciones del pie, la pierna y la cadera son de especial importancia.

Descripción general de las causas comunes de los trastornos de la marcha.

Razones neurológicas del trastorno de la marcha.

Esta categoría incluye principalmente enfermedades del cerebro y del sistema nervioso en las que puede producirse disfunción de la marcha:

Enfermedad de Parkinson

Una marcha con pasos pequeños e inclinada hacia adelante es típica de la enfermedad de Parkinson.

Esclerosis múltiple

En la esclerosis múltiple, los trastornos del equilibrio son más comunes y provocan una marcha inestable.

Daño en el oído interno

Los daños en uno de los dos órganos del equilibrio del oído interno, por ejemplo debido a medicamentos, inflamación o enfermedades como la enfermedad de Meniere, provocan trastornos del equilibrio y mareos.

Deficiencia vitaminica

Por ejemplo, una deficiencia de vitamina B12 puede provocar mielosis funicular, en la que, además de alteraciones sensoriales en brazos y piernas, se producen alteraciones de la marcha.

Efectos secundarios de drogas

Especialmente los fármacos que afectan al cerebro, como los neurolépticos, los antiepilépticos y las benzodiazepinas, pueden ser la causa de los trastornos de la marcha.

Tumor cerebral/

Dependiendo de la localización del tumor, las funciones sensoriales y/o motoras se ven afectadas.

Enfermedades inflamatorias

Por ejemplo, en los casos de enfermedad de Lyme en el sistema nervioso central (neuroborreliosis), son posibles alteraciones de los movimientos, como alteraciones de la marcha.

Dilatación de los ventrículos cerebrales debido al aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo.

El consumo crónico de alcohol provoca daño cerebral (síndrome de Wernicke-Korsakow).

Razones ortopédicas para el trastorno de la marcha.

Esta categoría incluye principalmente enfermedades del sistema musculoesquelético en las que puede ocurrir un trastorno de la marcha:

Desgaste de las articulaciones (artrosis)

La osteoartritis puede limitar gravemente la movilidad de una articulación y provocar problemas al caminar, especialmente cuando las rodillas, las caderas o los tobillos están afectados.

Enfermedades reumáticas

Las enfermedades del llamado tipo reumático pueden imposibilitar la marcha normal debido a la destrucción de las articulaciones y al dolor crónico.

Debilidad muscular

Especialmente las enfermedades hereditarias con debilidad muscular (distrofia muscular, distrofia muscular miotónica, etc.) son responsables de los trastornos de la marcha.

Una hernia de disco (prolapso de disco) suele provocar un dolor intenso para la persona afectada, que como consecuencia también puede desarrollar trastornos de la marcha.

No es una enfermedad ortopédica en sentido estricto: los trastornos circulatorios provocan dolores en las piernas, por lo que los afectados sólo pueden caminar distancias cortas.

Espasticidad de los músculos.

Un aumento de la tensión muscular (tono muscular) puede ser el resultado de un daño en el cerebro y dificultar la marcha normal.

lesiones

Por ejemplo, una fractura del cuello del fémur es una causa muy común de alteración de la marcha en la vejez.

Además de las causas físicas de los trastornos de la marcha mencionadas hasta ahora, los problemas mentales también pueden ser responsables de una alteración de la marcha. Los trastornos mentales subyacentes son muy diversos. El trastorno psicógeno de la marcha se dio a conocer gracias a trabajos de investigación sobre los retornados de guerra después de la Primera Guerra Mundial.

Sin embargo, el trastorno psicógeno de la marcha no sólo ocurre en el contexto del trastorno de estrés postraumático. Las causas psicológicas pueden ser muy diferentes. Sin embargo, todos ellos tienen en común que no se deben principalmente a un mal funcionamiento del sistema nervioso o del sistema musculoesquelético, sino que son de naturaleza principalmente psicológica.

Trastornos de la marcha: ¿Cuándo debería consultar a un médico?

Trastornos de la marcha: ¿Qué hace el médico?

En el caso de un trastorno de la marcha, depende de la causa sospechada qué médico es el contacto adecuado. Si es más probable que el trastorno de la marcha sea neurológico debido a un daño en el sistema nervioso (tractos nerviosos, cerebro, médula espinal), un especialista en neurología puede ayudarle.

Historia médica (anamnesis)

Al inicio de la visita al médico, se produce una conversación detallada entre el paciente y el médico, a través de la cual se puede obtener información importante sobre la causa del trastorno de la marcha. Su médico le hará varias preguntas. Por ejemplo:

  • ¿Cuánto tiempo lleva usted con el trastorno de la marcha?
  • ¿El trastorno de la marcha apareció repentinamente o apareció gradualmente?
  • ¿El trastorno de la marcha está siempre presente o los síntomas cambian?
  • ¿En qué situaciones se produce el trastorno de la marcha?
  • ¿Estas tomando alguna medicación? En caso afirmativo, ¿cuáles?
  • ¿Tiene alguna enfermedad previa (por ejemplo, ataque cardíaco, derrame cerebral, enfermedades ortopédicas)?
  • Además de los trastornos de la marcha, ¿tiene otras molestias como mareos o alteraciones sensoriales en brazos o piernas?

Examen físico

Además, también se utiliza el “timed up and go test” (tiempo necesario para levantarse y caminar). En esta prueba, se le pide que se levante de una silla, camine tres metros y vuelva a sentarse en la silla. El médico mide el tiempo que les lleva hacer esto. Por lo general, no se necesitan más de 20 segundos para realizar este ejercicio. Si tarda más de 30 segundos, se considera anormal y, por lo tanto, es probable que se trate de un trastorno de la marcha.

Si cerrar los ojos le provoca problemas de equilibrio y balanceo, esto indica una alteración de la conducción de información en la médula espinal, lo que conduce a un trastorno del equilibrio ("ataxia espinal"). Si ya tienen problemas con este ejercicio con los ojos abiertos y cerrar los ojos no tiene ningún efecto en la estabilidad de su postura, esto es más indicativo de daño en el cerebelo.

Después del ejercicio, se determina cuánto ha girado su posición pedaleando en una dirección. Una rotación de más de 45 grados con respecto a la posición inicial es llamativa e indica daño en el cerebelo o en el órgano del equilibrio. Además de evaluar la marcha y el equilibrio, el médico también realiza un examen neurológico general. Para ello evalúa los reflejos, la fuerza muscular y la sensibilidad.

Exámenes adicionales

  • Tomografía computarizada (CT) o resonancia magnética (MRI)
  • Medición de la velocidad de conducción nerviosa con electroneurografía (ENG)
  • Examen de sangre y/o líquido cefalorraquídeo (LCR)
  • Medición de ondas cerebrales (electroencefalografía, EEG)
  • Medición de la conducción nervio-músculo (electromiografía, EMG)
  • Prueba de vista, prueba de audición.

Terapias

En ocasiones, especialmente en el caso de causas ortopédicas, es necesaria una intervención quirúrgica. En muchos casos, las medidas terapéuticas de apoyo como la fisioterapia (fisioterapia) y los métodos de tratamiento físico (como baños de ejercicios, masajes, aplicaciones de calor, etc.) son útiles para los trastornos de la marcha para fortalecer la fuerza muscular y mejorar la coordinación del movimiento.

Trastornos de la marcha: lo que puedes hacer tú mismo

Como parte del tratamiento de un trastorno de la marcha, se aprenden algunos ejercicios de marcha en fisioterapia. Estos deben realizarse periódicamente en casa. Incluso si el progreso es literalmente lento y “paso a paso”. Reforzando y movilizando las reservas aún existentes, a menudo se pueden compensar los defectos del sistema nervioso.

En caso de que exista un trastorno de la marcha, se debe evitar por completo el alcohol si es necesario, ya que el alcohol daña el cerebro y las vías nerviosas. La polineuropatía debida a la diabetes mellitus (diabetes) es una de las causas frecuentes de alteración de la marcha. Si un médico detecta y trata la diabetes a tiempo, a menudo se pueden evitar consecuencias graves, como trastornos de la marcha.

Importante para los trastornos de la marcha: prevención de caídas

Si una persona con trastorno de la marcha ya se ha caído o podría producirse una caída en cualquier momento, se deben tomar medidas preventivas en cualquier caso para minimizar el riesgo de caída y las posibles consecuencias de una caída.