¿Qué es la urea?
La urea, también conocida como carbamida, se produce cuando los componentes básicos de las proteínas (aminoácidos) se descomponen en el hígado. Al principio se produce amoníaco tóxico, que en concentraciones más altas daña especialmente el cerebro. Por esta razón, el cuerpo convierte la mayor parte del amoníaco en urea no tóxica, que luego se excreta a través de los riñones y, en pequeñas cantidades, a través de las heces y el sudor.
¿Cuándo determinar la urea?
Los posibles síntomas de niveles elevados de urea incluyen fatiga, dolor de cabeza, fiebre, aumento o disminución de la micción o dolor al hacerlo. Junto con otros parámetros, una concentración elevada de urea es una indicación de terapia de reemplazo renal y proporciona información sobre su efectividad.
Valores de referencia de urea
Dependiendo de la edad, se aplican los siguientes valores estándar de urea en sangre:
Edad |
Valor normal de urea |
menor de 3 años |
11.0 – 36.0 mg/dl |
3 a 12 años |
15.0 – 36.0 mg/dl |
13 a 18 años |
18.0 – 45.0 mg/dl |
16.6 – 48.5 mg/dl |
¿Cuándo los niveles de urea son demasiado bajos?
Dado que la urea se produce durante el metabolismo de los aminoácidos, la razón más común es una ingesta reducida de proteínas. Si el cuerpo produce más proteínas (por ejemplo, al final del embarazo o en la infancia), también se producen niveles bajos de urea. También se debe considerar el daño hepático. En muy raras ocasiones, los defectos enzimáticos en el ciclo de la urea son responsables de los niveles bajos de urea. Conducen a la muerte a una edad temprana.
Los niveles elevados de urea resultantes de una mayor ingesta de proteínas en la dieta son mucho menos peligrosos. Los niveles elevados de urea también se miden cuando el cuerpo está deshidratado.
La urea en sí no es tóxica, pero en altas concentraciones puede causar dolores de cabeza, fatiga, vómitos y temblores intensos. Por lo tanto, los niveles elevados de urea en sangre siempre son motivo para un diagnóstico posterior.
¿Qué hacer si la urea aumenta o disminuye?
Mucho más relevante es un nivel elevado de urea. En este caso es necesario encontrar la causa y solucionarla lo antes posible. Los procedimientos de reemplazo renal (diálisis), como la hemofiltración, se utilizan para reducir de forma aguda los niveles elevados de urea en sangre. Dicho lavado de sangre está indicado si la urea en sangre es superior a 200 mg/dl.