Síntomas
En el caso de un síndrome de Reiter, se describe la llamada tríada de Reiter. Posiblemente, estos se puedan completar con un síntoma más de la tríada de Reiter. Artritis, inflamación del ureteral mucosa (uretritis) y conjuntivitis (conjuntivitis) o iritis se encuentran entre la tríada de Reiter: La tríada de Reiter también incluye la llamada dermatosis de Reiter: esta dermatosis es un eritema, un enrojecimiento de la piel, que ocurre de manera similar a psoriasis en la membrana mucosa del órgano sexual masculino, así como lesiones de la boca mucosa.
Además, esta dermatosis provoca cambios en las palmas de las manos y plantas de los pies, el llamado queratoma blenorrhagicum, que se manifiesta con pusampollas llenas. Puede haber más cambios en la piel en todo el cuerpo, que se asemejan psoriasis en su apariencia. Durante un síndrome de Reiter, los síntomas acompañantes también pueden ocurrir además de la tríada de Reiter típica.
Estos son variables e incluyen fiebre, un cambio inflamatorio en el articulaciones de la columna lumbarsacroiliitis), inflamación dolorosa de las inserciones de los tendones (entesiopatías) o, más raramente, inflamación de órganos internos tales como el corazón (carditis) o el pulmón piel (pleuritis).
- Artritis describe una inflamación aguda de uno o más articulaciones. Suele presentarse de forma asimétrica, es decir, no del mismo lado.
Artritis in Síndrome de Reiter afecta preferentemente a la extremidad inferior, es decir, la rodilla o tobillo articulaciones.
- Uretritis describe la inflamación de la uretra. Se caracteriza por picazón y dolor al orinar. Asimismo, se puede notar una salida o enrojecimiento del orificio uretral.
- Conjuntivitis es la conjuntivitis de los ojos.
Se caracteriza por enrojecimiento de los ojos. A sensación de cuerpo extraño en el ojo se describe y los ojos lagrimean con más frecuencia.
- Iritis sería un inflamación del iris del ojo. Una vez más, el ojo parece enrojecido, y en comparación con conjuntivitis, sensibilidad a la luz, dolor y visión borrosa.
La terapia de Síndrome de Reiter depende de la situación de la infección y del germen.
Si la infección aún es aguda, pueden estar indicados varios tratamientos con antibióticos. Este no es el caso si no se puede detectar ningún patógeno en la actualidad. En el caso de una probada infección del tracto urinario por clamidia o ureaplasma, el antibióticos Doxiciclina o Macrólidos como eritromicina o claritromicina.
Particularmente con una infección por Chlamydien se recomienda una terapia con antibióticos, ya que este germen puede persistir en el cuerpo. ¡Es importante que con una infección por Chlamydien siempre se deba tratar también a la pareja debido a un peligro renovado de infección! También en el caso de una gonorrea aguda probada (Tripper) o una estómago infección intestinal se recomienda una terapia con antibióticos apropiada para el patógeno.
Si no se detectan más infecciones, también se pueden tratar los síntomas. Por tanto, en la artritis aguda se utilizan antirreumáticos no esteroideos. Del mismo modo, el retardador de la inflamación se debe trabajar aquí con una aplicación llamada fría (crioterapia).
Ambas terapias ayudan contra los síntomas de la artritis. Si la evolución de la enfermedad es más grave y afecta a varias articulaciones diferentes, o si hay una inflamación grave del interior del ojo (iridociclitis), se debe iniciar la terapia con glucocorticosteroides (cortisol). Si Síndrome de Reiter persiste y ocurre un curso crónico, la administración de sulfasalazina Es indicado.
Esto tiene un efecto antiinflamatorio adicional. La única profilaxis para la aparición del síndrome de Reiter es el esfuerzo por prevenir la infección del tracto urinario o del tracto gastrointestinal. Si ocurre una infección, debe tratarse lo antes posible.