¿Qué puedes hacer contra el miedo? | Examen ginecológico

¿Qué puedes hacer contra el miedo?

A examen ginecológico no es un evento alegre para la mayoría de las mujeres. Algunas mujeres incluso tienen miedo de ir al ginecólogo porque les resulta extremadamente desagradable sentarse en la silla ginecológica y se sienten a merced del médico. Sin embargo, hay algunos pequeños consejos y trucos que pueden facilitar la visita al ginecólogo.

En primer lugar, es importante encontrar el médico adecuado para usted. Debe ser una persona con la que te sientas cómodo y en quien sientas que puedes confiar. Para ello, se puede concertar una cita no vinculante con un ginecólogo, donde solo se realiza una charla preliminar para que médico y paciente puedan llegar a conocer unos a otros.

El examen ginecológico se puede realizar en una segunda cita, cuando la paciente sienta que ha llegado al médico adecuado. De lo contrario, puede contactar con otra práctica. Además, siempre es posible llevar un confidente al consultorio del médico, que puede estar presente durante la consulta o el examen y apoyar al paciente.

Esto tiene un efecto calmante en muchas mujeres. La persona de confianza puede pararse medio detrás de la paciente sentada en la silla ginecológica, de modo que ella pueda tomar su mano, por ejemplo, pero no pueda ver el área íntima de la paciente. La mujer puede aliviar la sensación de estar desnuda y a merced del paciente vistiendo un top largo o una falda o vestido el día del examen.

Estas prendas se pueden dejar puestas durante el examen vaginal y cubren la zona íntima desde arriba, pero no restringen la vista del médico. También puede pedirle al médico que le explique los pasos del examen para que siempre sepa exactamente lo que sucederá a continuación. Esto puede reducir el miedo y la emoción.

Finalmente, la mujer debe tener en cuenta que el examen ginecológico es para ella salud y nada malo puede pasar. El médico el médico examina a muchas mujeres todos los días y solo le interesa la salud de los pacientes. No le importa cómo se ve el paciente debajo o si está afeitado o no. Recuerde que el examen terminará en unos minutos y que luego puede estar orgulloso de haber dominado el examen y dado un paso importante para su salud.