Percepción: Irritante

La información percibida se puede dividir en grupos; correspondientemente, los receptores que responden a estos estímulos:

  • Los mecanorreceptores responden a estímulos mecánicos, es decir, presión, tacto, estiramiento o vibración. Ellos median la percepción táctil (sentido del tacto) y, junto con el sentido de equilibrar en el oído interno, propiocepción, es decir, la posición y el movimiento de las extremidades en el espacio (sentido de la postura y fuerza). Los barorreceptores en el cuerpo midiendo sangre La presión y los pelos de las células auditivas del oído interno (que responden a su flexión como resultado de las ondas sonoras) también pertenecen a los mecanorreceptores.
  • Los termorreceptores detectan diferencias de temperatura y hay sensores especiales para ambos frío Y calor.
  • Los quimiorreceptores miden la concentración de sustancias disueltas en fluidos corporales. Representantes bien conocidos de este grupo son los llaves o receptores de olores, otros juegan un papel importante en la regulación de la respiración (midiendo la oxígeno or carbono dióxido ) o - como osmorreceptores - en hormonas, agua lo picoso equilibrar.
  • Los fotorreceptores responden a la luz; los más importantes son los bastones y conos de la retina, que median la visión.
  • Dolor Los receptores se encuentran en casi todas partes del cuerpo y responden de manera bastante inespecífica a diversos estímulos como el calor, un fuerte impacto mecánico en los tejidos corporales (por ejemplo, hematomas) o sustancias químicas tóxicas. Ellos median la sensación de dolor (nocicepción).

En el centro - procesamiento en el cerebro

Una vez que se reciben las señales, se transmiten a través de vías neuronales asociadas a los centros sensoriales apropiados en el cerebro. Inicialmente, esto funciona como un filtro para dirigir la vorágine de información entrante en canales significativos: solo unas pocas impresiones sensoriales pasan a través de este tamiz y se procesan más. Si imaginas cuántas briznas de hierba se mueven con el viento en un prado donde solo notas el colorido mariposa, queda claro lo importante que es esta selección.

La percepción se produce independientemente del ángulo de visión, el clima, la forma y el color del mariposa, o si estamos a 20 centímetros o 20 metros de distancia, esto deja en claro el complejo logro que se esconde tras estos primeros pasos. Los estímulos restantes deben procesarse e interpretarse.

Nuestro cerebro también se basa en la memoria en este proceso. ¿Alguna vez había visto algo tan agitado como este antes? ¿Es un par de pantalones en una línea, un globo en una feria, un niño en una tabla de madera?

Se crea una imagen del entorno

Hasta el mariposa es reconocida como tal (y tal vez incluso determinada a ser una mariposa pavo real), la cerebro nuevamente tiene que trabajar bastante duro. Para ello, los estímulos que llegan de los distintos órganos sensoriales se coordinan y combinan en una vista global:

  • ¿Está la mariposa muy lejos o puedo picarle?
  • ¿Es grande o pequeño, rojo o amarillo?
  • ¿Huele a algo, hace ruido al batir las alas?

Quizás también sientas una sensación agradable al verlo, porque evoca recuerdos de viajes junto al abuelo.

Entonces, lo que finalmente emerge es una imagen del entorno, pero que muestra solo una pequeña sección y tiene una forma subjetiva. Para ello, el trabajo de la cerebro depende no solo de las experiencias, sino también del estado del organismo (por ejemplo, hambre, fatiga, humor).