Los cuidados paliativos para una enfermedad progresiva e incurable plantean enormes exigencias a los profesionales médicos, a los familiares y, sobre todo, a la persona afectada. Los especialistas tienen la tarea de proporcionar información completa sobre la enfermedad y las opciones de tratamiento, y de respetar los límites éticos durante la terapia. Los afectados, por el contrario, se sienten abrumados por el miedo y la impotencia, especialmente en el caso de enfermedades que llegan repentinamente a sus vidas, como las enfermedades tumorales incurables. Además, los efectos secundarios, a veces graves, de la quimioterapia y la radioterapia ejercen presión sobre el cuerpo y la psique.
Por lo tanto, es comprensible que muchos pacientes –y a menudo también sus familiares– busquen métodos terapéuticos fuera del ámbito de la “medicina convencional”, es decir, de la medicina científicamente fundamentada (basada en la evidencia).
Terapias alternativas y complementarias.
Sin embargo, la mayoría de los pacientes no rechazan en absoluto la medicina convencional, sino que quieren probar además otras formas de terapia. Éstas se conocen como terapias complementarias. Además, a menudo su eficacia no está suficientemente demostrada científicamente. Sin embargo, muchos años de buena experiencia con estos métodos hablan a favor de su uso.
Por lo tanto, una combinación de métodos terapéuticos clásicos (ortodoxos) y complementarios puede resultar muy útil. Los pacientes interesados definitivamente deben hablar con su médico tratante. Él puede elaborar un concepto de tratamiento combinado adecuado, si es necesario, junto con un especialista que esté familiarizado no sólo con la medicina convencional sino también con la medicina complementaria. Porque aunque los métodos complementarios son en su mayoría procedimientos suaves, a veces pueden existir riesgos de efectos secundarios graves.
Aliviar las molestias con terapias complementarias.
Se pueden utilizar métodos complementarios para complementar el tratamiento médico convencional con el fin de aliviar dichas molestias (previa consulta con el médico tratante). Los siguientes son ejemplos de métodos complementarios que pueden resultar útiles en casos individuales:
- Medicina Tradicional China (MTC): la acupuntura, una rama de la MTC, ayuda a aliviar el dolor, los trastornos del sueño, las náuseas y los vómitos. El Qigong, el Tai Chi y la acupresión también mejoran la calidad de vida de algunos pacientes.
- Fitoterapia: algunas plantas medicinales estimulan el apetito, otras alivian las mucosas bucales inflamadas, otras ayudan contra la debilidad, las náuseas, los vómitos, los trastornos del sueño o el estado de ánimo depresivo. Precaución: ¡Algunas hierbas medicinales pueden influir en el efecto de los medicamentos (p. ej., la hierba de San Juan) o tener efectos secundarios graves!
- Se pueden utilizar métodos complementarios para complementar el tratamiento médico convencional con el fin de aliviar dichas molestias (previa consulta con el médico tratante). Los siguientes son ejemplos de métodos complementarios que pueden resultar útiles en casos individuales:
- Medicina Tradicional China (MTC): la acupuntura, una rama de la MTC, ayuda a aliviar el dolor, los trastornos del sueño, las náuseas y los vómitos. El Qigong, el Tai Chi y la acupresión también mejoran la calidad de vida de algunos pacientes.
- Fitoterapia: algunas plantas medicinales estimulan el apetito, otras alivian las mucosas bucales inflamadas, otras ayudan contra la debilidad, las náuseas, los vómitos, los trastornos del sueño o el estado de ánimo depresivo. Precaución: ¡Algunas hierbas medicinales pueden influir en el efecto de los medicamentos (p. ej., la hierba de San Juan) o tener efectos secundarios graves!
- Terapia de risa: la risa como terapia puede abrir reservas de fuerza, promover habilidades emocionales y mentales y posiblemente reducir el dolor. Incluso sin evidencia científicamente respaldada, el humor es muy saludable en la fase paliativa.
- Arte y musicoterapia: la creatividad puede ayudar con emociones angustiantes como la ansiedad. Lo mismo se aplica a la música, especialmente a la música favorita de cada uno. Por ejemplo, los pacientes moribundos lo perciben durante mucho tiempo y mejora su estado emocional.
- Terapia ocupacional y logoterapia: Con la ayuda de estas terapias se pueden favorecer las reservas mentales y motoras. Los ejercicios también ayudan contra los trastornos de la deglución, la alteración del sentido del gusto o la desnutrición.
- Terapia del tacto: Acariciar la piel, cambiar regularmente la posición del cuerpo, masajear o colocar objetos en las manos del paciente promueven el bienestar, a menudo también en la fase de muerte.
Cuidado con las promesas de curación.
Quitando el miedo a morir
La tarea del médico de cuidados paliativos también incluye informar al paciente cuando los tratamientos médicos convencionales como la radiación y la quimioterapia o la ventilación a largo plazo ya no son útiles. Los medicamentos o terapias suaves ayudan a aliviar molestias como el dolor o la ansiedad. Por último, quedan los sentidos del tacto, la vista, el oído y el olfato. Caricias suaves, cuadros o fotografías queridos a la vista, música agradable y aromas naturales crean un entorno digno para morir, que forma parte de la vida tanto como el nacimiento.