Breve descripción
- Síntomas típicos: Una sobremordida que requiere tratamiento se puede reconocer por el hecho de que los dientes frontales superiores sobresalen significativamente más allá de los dientes frontales inferiores. La sobremordida puede afectar la masticación, la pronunciación y la apariencia facial.
- Causas: Las sobremordidas pueden ser hereditarias o causadas por hábitos como chuparse el dedo o el chupete, por pérdida de dientes o diferencias en el crecimiento de la mandíbula.
- Tratamiento: El tratamiento varía según la gravedad y la edad del individuo. Son posibles medidas de ortodoncia como aparatos ortopédicos, aparatos removibles, aparatos funcionales y extracción de dientes. En casos graves, a veces es necesaria la cirugía bucal.
- Examen: El diagnóstico de una sobremordida se realiza en un consultorio dental. Incluye una historia completa, examen clínico, imágenes fotográficas, radiografías e impresiones dentales.
- Pronóstico: El pronóstico depende de varios factores: la gravedad de la maloclusión, la edad (niños, adolescentes o adultos), el método de tratamiento elegido y la constancia con la que la persona afectada implementa la terapia y usa aparatos ortopédicos removibles, por ejemplo. El tratamiento oportuno y adecuado mejora el pronóstico y reduce el riesgo de complicaciones.
Sobremordida: Descripción
En una sobremordida que requiere tratamiento, los dientes frontales superiores sobresalen demasiado de los dientes frontales inferiores. Esta maloclusión puede ocurrir cuando la relación entre la mandíbula superior e inferior no es correcta: o la mandíbula superior está sobredesarrollada en comparación con la inferior, o la mandíbula inferior está demasiado débilmente desarrollada. A veces, los dientes superiores también han crecido demasiado hacia adelante en relación con los dientes inferiores. En odontología, la sobremordida también se conoce como “Clase de ángulo II” o “mordida distal”.
La Clasificación de Ángulos es un sistema de clasificación que se utiliza para registrar maloclusiones de dientes y mandíbulas. La clase de ángulo I describe la mordida neutra discreta, cuando los dientes superiores e inferiores se muerden correctamente entre sí.
Hay dos tipos principales de sobremordida: En una sobremordida, los incisivos superiores están demasiado adelantados. Esto significa que se trata el espacio horizontal entre los dientes frontales superiores e inferiores. En una sobremordida, los incisivos superiores cubren demasiado los dientes inferiores. En este caso, se trata la posición vertical de los dientes superiores e inferiores entre sí. Esto también se conoce como mordida profunda.
Sobremordida: tratamiento
Se trata la sobremordida para corregir las desalineaciones de dientes y mandíbulas y evitar posibles complicaciones. Dependiendo de la gravedad de la sobremordida y de la edad del paciente, se encuentran disponibles diferentes métodos de tratamiento:
Tratamiento de ortodoncia: lo más habitual es que la sobremordida se trate con aparatos ortopédicos. Ejercen una presión específica sobre los dientes y los llevan gradualmente a la posición correcta.
Aparatos removibles: En algunos casos, se utilizan aparatos de ortodoncia removibles para llevar los dientes a la posición deseada. Un ejemplo común son los “alineadores”, que son férulas transparentes que se colocan sobre los dientes.
Aparatos funcionales: aparatos como un aparato de doble bloque o un bionador influyen en el crecimiento y la posición de la mandíbula y, por tanto, corrigen la sobremordida. Son especialmente adecuados para niños y adolescentes que aún están en crecimiento.
Extracción de dientes: si la mandíbula es demasiado pequeña o los dientes están demasiado apiñados, en ocasiones es necesario extraer un diente o incluso varios dientes para corregir la sobremordida.
Cirugía de mandíbula: en adultos o en casos graves, a veces es necesaria la cirugía de mandíbula. El cirujano reposiciona la mandíbula durante la cirugía para corregir la desalineación.
Sobremordida: síntomas
Una sobremordida tiene muchos efectos posibles. Los siguientes síntomas son típicos de la maloclusión y muestran las consecuencias que puede tener una sobremordida. Si no se trata la sobremordida, pueden surgir numerosas complicaciones.
Posición notable de los dientes: los incisivos superiores se superponen a los incisivos inferiores en un grado notable. Esta sobremordida se puede ver claramente.
Dificultad para masticar: Una sobremordida interfiere con el correcto encuentro de los dientes al masticar, provocando dificultad o dolor.
Problemas con la pronunciación: En algunos casos, una sobremordida interfiere con la pronunciación correcta de las palabras o provoca trastornos en la formación de sonidos, como el ceceo.
Daño a los dientes y las encías: una sobremordida no tratada a veces hace que los incisivos inferiores golpeen las encías directamente detrás de los incisivos superiores, provocando lesiones o recesión de las encías.
Problemas de encías y huesos: una sobremordida provoca una presión severa sobre las encías y la mandíbula. Esto puede provocar enfermedades de las encías o pérdida ósea.
Desgaste y caries de los dientes: la presión desigual sobre los dientes a menudo provoca un mayor desgaste y un mayor riesgo de caries.
Apariencia: Una sobremordida afecta la apariencia del rostro. Las personas afectadas están insatisfechas con su propia apariencia, lo que afecta a su confianza en sí mismas y a su calidad de vida.
Sobremordida: causas y factores de riesgo
Una sobremordida se produce debido a una combinación de factores heredados (genéticos) y adquiridos. Las principales causas son:
Genética: la herencia juega un papel importante en el desarrollo de una sobremordida porque el tamaño y la forma de los huesos de la mandíbula y los dientes están determinados genéticamente. Si uno de los padres tiene una sobremordida, es más probable que el niño también desarrolle esa deformidad.
Hábitos: Ciertos hábitos, llamados “hábitos”, en la primera infancia contribuyen al desarrollo de una sobremordida, como la succión prolongada del dedo, el chupete o el biberón. Estos hábitos ejercen presión sobre los dientes en crecimiento y la mandíbula, provocando desalineación.
Empuje de la lengua: cuando la lengua empuja los dientes frontales al tragar o hablar, ejerce una presión permanente sobre los dientes. Esto hace que avancen.
Mala higiene dental: una mala higiene bucal, controles dentales irregulares y un cuidado de ortodoncia inadecuado también pueden provocar que los dientes se desplacen o se espacien. Esto contribuye al desarrollo de maloclusiones.
Crecimiento diferente de la mandíbula: si las mandíbulas crecen a diferentes ritmos, se produce una sobremordida cuando la mandíbula superior sobresale más que la inferior.
Sobremordida: examen y diagnóstico.
El diagnóstico de sobremordida comienza con un examen minucioso. En un consultorio odontológico u ortodóncico se evalúa el estado de los dientes, encías y mandíbula. El proceso de diagnóstico implica varios pasos:
Historial médico: el dentista u ortodoncista recopila información sobre el historial médico y dental del paciente, así como posibles factores de riesgo y síntomas que pueden indicar una sobremordida.
Examen clínico: Luego se examinan los dientes, las encías y la mandíbula para detectar signos de sobremordida u otra maloclusión dental. Esto implica comprobar la oclusión, cómo se unen los dientes superiores e inferiores y medir el grado de sobremordida.
Fotografías: Se pueden utilizar fotografías para documentar el curso del tratamiento. Permiten una evaluación más precisa de los efectos estéticos de la sobremordida. El rostro está fotografiado con una expresión neutra y sonriente.
Impresiones dentales: Con la ayuda de las impresiones se obtiene un modelo tridimensional preciso de la posición del diente. Este modelo ayuda a planificar el tratamiento adecuado para corregir la sobremordida.
Los datos recopilados se analizan para crear un plan de tratamiento individual. De esta forma es posible corregir la sobremordida y evitar complicaciones posteriores.
Sobremordida: curso y pronóstico
El pronóstico depende de varios factores: la gravedad de la maloclusión, la edad de la persona afectada y el método de tratamiento. En general, los resultados mejoran cuando el tratamiento de la sobremordida comienza temprano y el paciente trabaja en estrecha colaboración con el dentista u ortodoncista. Si una sobremordida se trata de manera oportuna y profesional, la maloclusión se puede corregir con éxito. Esto ayuda a mejorar la función, la estética y el bienestar general en niños y adultos.
Gravedad: Los casos de sobremordida leve se pueden tratar en menos tiempo y con métodos menos complejos. Para maloclusiones más pronunciadas, se debe esperar un período de tratamiento más largo porque la corrección es más compleja.
Método de tratamiento: La terapia seleccionada influye en el pronóstico. Un tratamiento individual y realizado profesionalmente corrige con éxito la sobremordida y reduce el riesgo de complicaciones.
Cumplimiento: El cumplimiento o adherencia se refiere a la voluntad de los pacientes de seguir las instrucciones del médico. El uso constante de aparatos ortopédicos o aparatos removibles juega un papel decisivo en el curso del tratamiento. Una buena cooperación entre paciente y médico aumenta las posibilidades de éxito.
Cuidados posteriores: si la sobremordida se ha corregido con éxito, esto se comprueba en las citas de seguimiento. A veces se adhiere un llamado retenedor al interior de los dientes. Se trata de un fino alambre metálico que evita que los dientes se vuelvan a mover, por ejemplo, cuando ya no es necesario llevar aparatos ortopédicos. De esta forma, los resultados se pueden mantener de forma permanente.