Salud mental: crisis como oportunidades

“La crisis del huevo es la oportunidad del pollito”, dice el refrán popular, describiendo una experiencia que muchas personas pueden tener en el transcurso de la vida y evaluar retrospectivamente como positiva.

¿Qué es una crisis?

Una crisis es una ruptura en la continuidad y normalidad de nuestro curso de vida. A menudo ocurre de forma frecuente e inesperada, como la aparición de una enfermedad, accidentes u otras desgracias. Otras crisis ocurren, por ejemplo, durante las transiciones de una fase de la vida a otra o durante los trastornos y cambios que la vida nos depara. Para algunos niños, la transición a la pubertad se convierte en una crisis, los adultos experimentan el paso de una pareja sin hijos a la paternidad como una crisis, y para muchas mujeres y hombres, la “crisis de la mediana edad” puede significar graves colapsos emocionales. En todos los casos, los planes de vida son cuestionados, analizados y, en el mejor de los casos, rediseñados. Si el rediseño tiene éxito, la ruptura se convierte en un gran avance. Si no tiene éxito, la ruptura se convierte en una avería. Las rupturas en la vida son, por así decirlo, "interruptores" existenciales en los que nuestras vidas se configuran de nuevo. Pero en ellos también existe siempre la posibilidad de corregir la forma de vida anterior e incorporar nuevos patrones de comportamiento, ideas y conceptos. No dejamos las crisis sin cambios, no salimos “ilesos”. Pero el poder convincente del cambio a través de la crisis permite igualmente un nuevo comienzo poderoso y creativo.

Las 4 fases de la gestión de crisis

Las crisis siempre existen. Son una parte tan importante de la vida humana como el aire que respiramos. Para hacerles frente, pasamos por cuatro fases diferentes de afrontamiento:

  1. La fase de no querer admitirlo y negarlo. Nos resistimos al cambio y no queremos admitir que las cosas no son como solían ser. “No estoy enfermo” o “No puede ser que mi ser querido haya muerto”.
  2. La fase del estallido de emociones Nos sentimos desesperados e impotentes, y luchamos con nuestro destino. Los miedos, la incertidumbre, la ira, la culpa y las dudas sobre uno mismo dominan nuestro pensamiento. "¿Por qué yo de todas las personas?" "¿Qué he hecho para merecer este destino?"
  3. La fase de reorientación Empezamos a pensar en posibilidades, en qué dirección queremos ir más allá. Posible Cloud y empiezan a surgir salidas. "Quizás podría ..."
  4. La fase de restaurada equilibrar Hemos llegado a un acuerdo con la nueva situación y podemos dibujar nuevos fuerza de eso.

Todos tenemos que pasar por estas fases para llevar una crisis a una conclusión "positiva". Esto no siempre tiene éxito. Si la reorientación y la nueva equilibrar Si nos quedamos en el camino, enfermamos no solo mentalmente, sino también físicamente. Depresión, el riesgo de adicción, molestias físicas como trastornos del sueño, inquietud, problemas cardiovasculares, molestias gastrointestinales, dolores de cabeza y de regreso dolor pueden ser las consecuencias.

¿Qué cosas positivas pueden hacer las crisis?

  • Vuelve a apreciar la vida, incluso las cosas cotidianas.
  • Que debemos y podemos tomarnos importantes
  • Que no hemos vivido según nuestras necesidades
  • Que el sentido de la vida en el futuro es diferente para nosotros
  • Acepta más a los demás
  • Para que la pareja y los amigos sean más importantes
  • Para reordenar nuestras prioridades
  • Hacer más por nosotros y nuestra salud
  • Tratarnos a nosotros mismos con más suavidad

5 consejos para el manejo personal de crisis

Muchas personas redescubren su fe en la crisis, otras reflexionan sobre amigos olvidados durante mucho tiempo y otras buscan ayuda y apoyo de terapeutas experimentados. En algunos casos, se puede eliminar la causa de la crisis; en otros casos, solo afrontar la crisis de forma positiva puede ser la solución. En cualquier caso, sin embargo, la gestión personal de crisis debe incluir los siguientes puntos:

  1. Piensa positivamente. Cuanto peor evalúes la crisis y menos creas en superarla, mayor será la desesperación. Pensamientos como "Nunca saldré de esto", "La vida se acabó" "No puedo soportar esto" son paralizantes. En su lugar, recuerde situaciones que ha superado con éxito en el pasado: "Siempre he encontrado una solución hasta ahora" o "Siempre ha ido de alguna manera hasta ahora". escuchar a amigos y conocidos que han vivido situaciones similares o buscan el apoyo de un grupo de autoayuda. corazón en el anonimato inicial de un grupo desconocido.
  2. Encuentra un interlocutor objetivo con quien puedas hablar sobre tu situación. A veces nos involucramos tanto en una situación que perdemos nuestro objetividad. No podemos ver de manera realista el alcance de nuestros problemas y luego sentirnos mal en consecuencia. Un diario también puede ayudar a hablar Resolver y ordenar los pensamientos.
  3. Estrechar relajación períodos en su vida diaria! Lea libros en los que pueda encontrar consuelo y consejos. Ya sean guías, la Biblia, poemas o biografías, los libros ofrecen consejos, empleo y relajación en uno. La música, los deportes y el ejercicio son también parte de un relajación programa como una agradable comida con amigos o una tarde en el museo. Recuerde las cosas que le hacen bien y programe esta actividad.
  4. Vive el día a día. Algunos días estamos tan abrumados que no podemos imaginar cómo podemos superar esta crisis. Ahí es cuando es útil tomarse un día manejable a la vez para sobrevivir: “Hoy puedo hacerlo. ¿Qué puedo hacer hoy por mí mismo? "
  5. Hágase la pregunta: ¿qué puedo aprender de esta crisis? ¿Qué sentido le puedo dar a mi vida? Quien da sentido a la crisis, se abre a la vida.