Breve descripción
- Causas: Varía según la forma, por ejemplo, cálculos urinarios, agrandamiento de la próstata, tumores, lesión o irritación de los nervios, enfermedades neurológicas (esclerosis múltiple, accidente cerebrovascular, enfermedad de Alzheimer, etc.).
- Tratamiento: entrenamiento del suelo pélvico, entrenamiento para ir al baño, electroterapia, marcapasos, medicamentos, cirugía, tratamiento de la enfermedad subyacente.
- ¿Cuándo consultar a un médico? Cuando se presenten las quejas, a más tardar cuando se conviertan en una carga.
- Prevención: no irritar la vejiga, beber adecuadamente, ejercicios de relajación, reducir el exceso de peso.
¿Qué es la incontinencia?
Las personas con incontinencia tienen problemas para retener la orina o, con menor frecuencia, las deposiciones de forma controlada. Esto se conoce como incontinencia urinaria o fecal.
Incontinencia urinaria
Coloquialmente a este síntoma también se le llama “debilidad de la vejiga”. Sin embargo, la vejiga no siempre es la causa. Existen diferentes manifestaciones de incontinencia urinaria.
Incontinencia de urgencia: en esta forma de incontinencia, la necesidad de orinar se produce de forma repentina y muy frecuente (a veces varias veces por hora), aunque la vejiga aún no esté llena. A menudo, los afectados ya no llegan a tiempo al baño. La orina sale a borbotones. Algunas personas también sufren de incontinencia mixta. Esta es una combinación de incontinencia de esfuerzo y de urgencia.
Incontinencia por rebosamiento: cuando la vejiga está llena, salen constantemente pequeñas cantidades de orina. Los afectados también suelen sentir una necesidad constante de orinar.
Incontinencia urinaria extrauretral: también en este caso la orina gotea constantemente de forma incontrolable. Sin embargo, esto no ocurre a través del tracto urinario, sino a través de otras aberturas (médicamente: extrauretral), como la vagina o el ano.
La incontinencia fecal
Se hace una distinción entre incontinencia urinaria e incontinencia fecal. Esta forma de incontinencia es menos común. Los pacientes con incontinencia fecal tienen dificultad para retener el contenido intestinal y los gases intestinales en el recto.
Puedes leer todo sobre las causas, tratamiento y diagnóstico de esta forma de incontinencia en el artículo sobre incontinencia fecal.
Causas de incontinencia
Éste cumple dos tareas importantes: debe almacenar la orina y vaciarse (en la medida de lo posible) en el momento deseado. Durante el almacenamiento, el músculo de la vejiga se relaja. Esto hace que la vejiga se expanda y se llene. Al mismo tiempo, el músculo del esfínter se tensa para que la orina no vuelva a salir inmediatamente a través de la uretra. Para vaciar, el músculo de la vejiga se contrae, mientras que el esfínter con los músculos del suelo pélvico se relaja. La orina sale por la uretra.
En la incontinencia de esfuerzo, el mecanismo de cierre entre el cuello de la vejiga y la uretra ya no funciona. Las razones de esto son, por ejemplo, que el tejido del suelo pélvico haya sido dañado, por ejemplo en un accidente o en los hombres después de una cirugía de próstata o un parto vaginal en las mujeres. Las lesiones y la irritación de los nervios, así como la protrusión de la vejiga urinaria, también provocan incontinencia de esfuerzo. Además, se ve favorecida por factores de riesgo como:
- Tos crónica
- Levantamiento frecuente de cargas pesadas.
- Falta de ejercicio (¡suelo pélvico mal entrenado!)
- En las mujeres: los órganos pélvicos se hunden hacia abajo, por ejemplo, el útero se hunde.
En estos puntos existe el riesgo de que el tejido conectivo ceda, por ejemplo debido a tensiones como el embarazo y el parto, un útero más bajo o cambios hormonales durante la menopausia, lo que provoca incontinencia urinaria.
Incontinencia de urgencia:
- Daño o irritación de los nervios como resultado de la cirugía.
- Enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, un tumor cerebral o un derrame cerebral.
- Irritación constante de la vejiga, por ejemplo debido a cálculos en la vejiga o infecciones del tracto urinario (cistitis).
- Diabetes insuficientemente tratada (diabetes mellitus): las toxinas producidas por niveles elevados de azúcar en sangre afectan el sistema nervioso.
- Causas psicologicas
Incontinencia refleja:
Incontinencia por rebosamiento:
De esta forma, la salida de la vejiga se bloquea e interfiere con el flujo de orina, por ejemplo, en los hombres debido a un agrandamiento de la próstata (como en el agrandamiento prostático benigno) o una estenosis uretral. Esto último puede deberse a un tumor o a cálculos urinarios.
Incontinencia extrauretral:
Varios medicamentos (como diuréticos, antidepresivos, neurolépticos) y también el alcohol pueden agravar la incontinencia urinaria existente.
¿Qué se puede hacer ante la incontinencia?
Hay varias formas de tratar la incontinencia. En casos individuales, el tratamiento de la incontinencia se adapta a la forma y causa de la incontinencia y a la situación de vida del paciente.
Entrenamiento de biorretroalimentación: a algunas personas les resulta difícil sentir los músculos del suelo pélvico y percibir y controlar conscientemente los esfínteres. En el entrenamiento de biorretroalimentación, una pequeña sonda colocada en el recto o la vagina mide las contracciones del suelo pélvico y activa una señal visual o acústica. De esta manera, el paciente puede ver si realmente está tensando o relajando los músculos correctos durante los ejercicios del suelo pélvico.
Entrenamiento para ir al baño (entrenamiento de la vejiga): aquí el paciente debe mantener durante algún tiempo un llamado registro de micción. En este registro, el paciente registra cuándo sintió la necesidad de orinar, cuándo orinó, cuánta orina expulsó y si la micción fue controlada o no. El paciente también debe anotar qué y cuánto ha bebido durante el día o la noche.
Realice el entrenamiento para ir al baño únicamente bajo supervisión médica.
Tratamiento hormonal: En caso de incontinencia debida a una deficiencia de estrógenos durante o después de la menopausia, el médico prescribe a las mujeres afectadas un preparado local de estrógenos, por ejemplo una pomada.
Catéter: en caso de incontinencia refleja, es posible que sea necesario vaciar la vejiga con regularidad mediante un catéter.
Cirugía: La incontinencia extrauretral siempre se trata quirúrgicamente, por ejemplo cerrando la fístula. Si la incontinencia se debe a un agrandamiento de la próstata, la cirugía también suele ser necesaria. De lo contrario, la cirugía sólo se considera para la incontinencia urinaria si las medidas terapéuticas no quirúrgicas no logran el éxito deseado.
Incontinencia urinaria: beber correctamente
Precisamente en el caso de la incontinencia urinaria, la bebida adquiere de repente un papel decisivo para los afectados: por miedo a una pérdida incontrolada de orina, intentan beber lo menos posible. Sin embargo, esto no mejora la enfermedad, sino todo lo contrario: si no se ingiere suficiente líquido, la orina se concentra más en la vejiga, lo que a menudo aumenta las ganas de orinar e irrita la mucosa de la vejiga.
Si tiene incontinencia urinaria, hable con su médico sobre cuánto bebe y a qué horas del día. En un registro de micción, usted mantiene un registro preciso de su ingesta de líquidos y micción (ver arriba: Entrenamiento para ir al baño). Según estos registros, el médico le recomendará cantidades y horarios de bebida adecuados.
Ayudas para la incontinencia
Incontinencia: ¿Cuándo acudir al médico?
Incontinencia: exámenes y diagnóstico.
En una entrevista, el médico primero pregunta sobre los síntomas exactos del paciente y su historial médico (anamnesis). De esta manera, descubre qué tipo de incontinencia sufre una persona y acota con más detalle las posibles causas. Posibles preguntas en la conversación de anamnesis son:
- ¿Cuánto tiempo lleva teniendo pérdida de orina incontrolada?
- ¿Con qué frecuencia orinas?
- ¿Experimentas algún dolor?
- ¿En qué ocasiones se produce la pérdida de orina involuntaria?
- ¿Puedes sentir si tu vejiga está llena o vacía?
- ¿Has tenido una operación? ¿Has dado a luz a un niño?
- ¿Tiene alguna enfermedad de base (diabetes, esclerosis múltiple, Parkinson, etc.)?
Exámenes
Varios exámenes ayudan a aclarar la incontinencia. Qué métodos son útiles en casos individuales depende, entre otras cosas, del tipo y gravedad de la incontinencia. Los exámenes más importantes son:
- Examen ginecológico: por ejemplo, se puede determinar un prolapso uterino o un prolapso vaginal como causa de la incontinencia urinaria.
- Análisis de orina y sangre: Aportan evidencia de infecciones o inflamaciones.
- Urodinámica: en el caso de incontinencia urinaria, el médico utiliza exámenes urodinámicos para evaluar la función de la vejiga. Por ejemplo, la uroflujometría utiliza electrodos para medir el volumen de orina al orinar, la duración del vaciado de la vejiga y la actividad de los músculos abdominales y pélvicos.
- Cistoscopia: en algunos casos es necesaria para detectar, por ejemplo, inflamación de la mucosa de la vejiga o tumores en la vejiga.
- Prueba de plantilla: aquí primero se pesa y se inserta una plantilla seca. Al final de un período definido, con una cantidad prescrita de bebida y esfuerzo físico, esta plantilla se pesa nuevamente y muestra cuánta orina ha pasado involuntariamente.
Incontinencia: Prevención
Existen varias medidas para prevenir la incontinencia o evitar que progrese:
Si tiene sobrepeso, posiblemente reduzca el peso. El exceso de peso es un factor de riesgo importante para la incontinencia. Aumenta la presión en la cavidad abdominal y, por tanto, favorece la incontinencia o agrava la incontinencia existente. Por tanto, vale la pena deshacerse de los kilos de más. Esto también influye positivamente en el éxito del entrenamiento del suelo pélvico.
Consuma alimentos aptos para la vejiga. Evite los alimentos que irriten la vejiga, por ejemplo las especias picantes o el café.
Preguntas frecuentes
Puedes encontrar las respuestas a las preguntas más frecuentes sobre este tema en nuestro artículo Preguntas frecuentes sobre la incontinencia.