Hipoacusia aguda

Synoynms en un sentido más amplio

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Definición de pérdida auditiva

Pérdida de la audición (hipoacusia) es una reducción de la capacidad auditiva que puede variar desde una pérdida auditiva leve hasta una sordera completa. Pérdida de la audición es una enfermedad muy extendida que se presenta tanto en los jóvenes como con mucha más frecuencia en los ancianos. En Alemania, aproximadamente el seis por ciento de la población se ve afectada por pérdida de la audición.

De manera llamativa, la edad a la que se produce la pérdida auditiva está disminuyendo cada vez más. Sin embargo, naturalmente, la pérdida de audición solo progresa con la edad. Uno solo se da cuenta de una reducción en la audición cuando los ruidos, sonidos y voces familiares de repente ya no se perciben ni se comprenden.

La pérdida auditiva suele aparecer gradualmente y puede percibirse como una discapacidad considerable si el daño ya ha ocurrido. La atención no se centra tanto en el tratamiento de la pérdida auditiva como en su prevención a una edad temprana. Para la prevención, se pueden tomar muchas medidas para preservar nuestro sentido del oído.

Aunque existen regulaciones legales en el lugar de trabajo que estipulan que uno no puede exponerse a un nivel de ruido superior a 85 decibeles (dB) sin protección auditiva, este límite se alcanza especialmente durante el tiempo libre. Discotecas, conciertos de rock, música a todo volumen a través de auriculares, carreras de coches, etc. generan ese ruido, que a la larga puede provocar un daño imparable en nuestra audición.

Causas

¿Qué causa la hipoacusia conductiva aguda y cómo se trata? Cerumen (cerumen) y cuerpos extraños en el conducto auditivo externo La cera del oído, el polvo y los trozos de piel son naturales en el conducto auditivo externo canal auditivo y generalmente se transportan al exterior de la oreja por sí mismos o se eliminan al ducharse. Sin embargo, una acumulación o formación excesiva de cerumen (cerumen) ocurre con mayor frecuencia en canales auditivos estrechos o cuando se trabaja en condiciones polvorientas.

Intentos de eliminar cerumen con palos, desafortunadamente resulta en que se transporte aún más cera hacia el tímpano, obstruyendo aún más el canal auditivo. Otros cuerpos extraños, como los residuos de algodón, también pueden bloquear cada vez más la canal auditivo. Los niños a veces corren el riesgo de meterse pequeños objetos en los oídos mientras juegan sin que sus padres se den cuenta. Estos cuerpos extraños o cerumen se hacen visibles a través de un otoscopio (espejo de oído) y se pueden extraer con pequeños instrumentos en el consultorio del médico de familia. Si la extracción mecánica no tiene éxito, la cera (cerumen) o el cuerpo extraño se enjuaga con agua.

Inflamación del conducto auditivo externo (otitis externa)

La externa canal auditivo puede inflamarse por bacterias fotosintéticas, virus, hongos o en caso de alergias. La hinchazón puede bloquear tanto el canal auditivo que puede provocar pérdida de audición (hipoacusia). Un antibiótico (bacterias fotosintéticas), un tratamiento antifúngico (hongos) o antiinflamatorio reducirá rápidamente la hinchazón.