Gammagrafía de los huesos | Gammagrafía

Gammagrafía de los huesos

Hueso gammagrafía (también conocida como gammagrafía esquelética) se puede utilizar para visualizar el metabolismo óseo e identificar áreas de mayor actividad. Nuestra huesos no son andamios sin vida, sino que están sujetos a construcciones y averías constantes. Para el gammagrafía de las huesos, se utilizan componentes del metabolismo óseo marcados radiactivamente (difosfonatos).

Después de la inyección de la sustancia, se distribuye por todo el cuerpo y se incorpora a la huesos después de solo unos minutos. Cuanto mayor es la actividad metabólica, más partículas radiactivas se incorporan y más claramente se destaca un hueso en la imagen captada por la cámara gamma. Esto se puede utilizar para varias preguntas que justifican un esqueleto. gammagrafía.

Por un lado, se pueden investigar procesos inflamatorios y cambios en los huesos, por ejemplo en reumatismo u osteomalacia (ablandamiento de los huesos). Si se sospecha que una prótesis articular se ha aflojado, la gammagrafía puede proporcionar información. Si las imágenes normales (por ejemplo, radiografías) no permiten hacer una declaración confiable, aún es posible investigar si un hueso está roto o no.

Asimismo, en pacientes con células cancerosas, se puede investigar la cuestión de si el tumor se ha diseminado al hueso. Sin embargo, siempre se debe tener en cuenta lo siguiente en la evaluación: La gammagrafía de los huesos es muy sensible, lo que significa que incluso pequeños incrementos en la actividad metabólica pueden detectarse de manera confiable. Por otro lado, el examen no es muy específico, lo que significa que no se puede hacer una declaración confiable sobre la causa de una anomalía en el gammagrama.

Como ejemplo, un células cancerosas El paciente puede utilizarse para examinar si las células malignas se han dispersado en los huesos. Si el gammagrama pasa desapercibido, la dispersión también es bastante improbable. Sin embargo, si hay áreas que son conspicuas en la gammagrafía, no necesariamente tienen que ser metástasis (descendientes de células cancerosas).

También puede ser una causa más inofensiva, como la consecuencia de una contusión. Por tanto, la valoración de la gammagrafía esquelética debe realizarse siempre de forma individual en relación con otros hallazgos y circunstancias del paciente. Además de una gammagrafía de todo el esqueleto, solo una parte de los huesos, por ejemplo, las manos, se pueden examinar de forma aislada.

En pacientes con una enfermedad reumática, se puede utilizar una gammagrafía de los huesos para examinar si hay cambios inflamatorios. Este examen también permite diferenciar entre cambios patológicos articulares y si son inflamatorios o no. Es uno de los muchos métodos de examen posibles para evaluar la actividad de la enfermedad. Sin embargo, la gammagrafía no es adecuada para el diagnóstico de reumatismo, ya que es demasiado inespecífico. Esto significa que, aunque los cambios en los huesos debidos al aumento de la actividad metabólica pueden detectarse de forma fiable, sus causas no pueden determinarse únicamente mediante gammagrafía.