Fascitis eosinofílica

La fascitis eosinofílica es una enfermedad rara y aguda. Se caracteriza por inflamación simétrica y dolorosa, hinchazón y endurecimiento de la piel. La fascitis eosinofílica a menudo ocurre en la edad adulta media.

Causas

Hasta la fecha, no se han aclarado las causas de la aparición de fascitis eosinofílica. Una conexión con un defecto del sistema inmunológico o se sospecha un traumatismo o tensión física desproporcionada. También una conexión con ciertos tipos de anemia y trombocitopenia, es decir, una reducción del sangre plaquetas, así como La enfermedad de Lyme se discute. También hay grandes similitudes con el "síndrome de Myalgie-eosinófilos", que se describió por primera vez en la década de 1980 y se produjo después de la ingesta de triptófano.

Síntomas

En la fascitis eosinofílica, se desarrolla una inflamación severa en el tejido debajo de la piel. Esto conduce a una fascitis eosinofílica, que se presenta simétricamente en las extremidades, especialmente en los antebrazos. En raras ocasiones, también se ven afectados la cara o el tronco. Los músculos de la zona afectada por la fascitis están debilitados.

  • Hinchazón
  • Rigidez
  • Calentamiento excesivo
  • Dolor
  • Enrojecimiento y otras decoloraciones
  • Piel de apariencia más gruesa

Diagnóstico

Se puede usar una muestra de todas las capas de tejido afectadas para determinar si hay fascitis eosinofílica. Para ello, el área se anestesia localmente y luego la piel biopsia (muestra) se toma y se envía al patólogo para un examen detallado. Además, la fascia engrosada a menudo se puede detectar mediante imágenes de resonancia magnética. En el laboratorio, la enzima muscular aldolasa o la enzima muscular creatina La fosfoquinasa (CPK) puede mostrar valores anormales.

Terapia

El objetivo del tratamiento en la terapia de la fascitis eosinofílica es eliminar la inflamación en el tejido. Aspirina, otros AINE antiinflamatorios y cortisona se utilizan para este propósito. En la mayoría de los pacientes, los síntomas mejoran con relativa rapidez con una dosis oral alta de cortisona.

Una ingesta adicional de dosis bajas de cortisona Es posible que se necesiten preparaciones durante años para prevenir una recaída. Si hay fascitis eosinofílica agresiva, puede ser necesario administrar la preparación de cortisona por vía intravenosa. Adicionalmente, fármacos inmunosupresores (p.ej metotrexato, ciclofosfamida, penicilamina).