Fascia: estructura, función y enfermedades

Fascia, también conocida como músculo piel, se encuentra en todo el cuerpo humano. Es un fibroso Colágeno-tejido rico que puede causar dolor en varias partes del cuerpo, como el cuello, espalda o abdomen, cuando se endurece.

¿Qué es la piel del músculo?

El nombre fascia proviene de la palabra latina fascia, que significa banda o paquete. Además de fibroso tejido conectivo, las estructuras planas del tejido conjuntivo también forman parte del músculo piel. Se hace una distinción entre tres grupos de fascias: fascia superficial, fascia profunda y fascia visceral.

  • Las fascias superficiales forman parte del tejido subcutáneo. Conectan órganos y tejidos y envuelven sangre vasos, los nervios y glándulas.

Dependiendo de la posición y la tarea asociada de las fascias, tienen diferentes grados de elasticidad. Por ejemplo, la fascia profunda y visceral se estira menos que la fascia superficial. Por otro lado, las fascias profundas son muy resistentes a las fuerzas de tracción debido a una alta Colágeno contenido que está estrechamente tejido.

Anatomía y estructura

La fascia se distribuye por todo el cuerpo como una red, conectando y envolviendo músculos, órganos, huesos, sangre vasos y Tendones. La fascia superficial, también llamada fascia superficial o fascia corporal, se encuentra debajo de la piel, mientras que la fascia visceral y profunda, también llamada fascia profunda, se extiende por todo el cuerpo humano. Consisten en un tejido conectivo estructura cuyos componentes esenciales son elastina, Colágeno y agua. Están atravesados ​​por canales linfáticos a través de los cuales se transporta el líquido linfático. Las fascias envuelven músculos individuales o grupos de músculos. Los músculos, que constan de muchas fibras musculares, están envueltos por el llamado epimisio. Esto a su vez está encerrado por una fascia. La capa fina y blanca de la fascia tiene un grosor máximo de tres milímetros y contiene terminaciones nerviosas periféricas. A través de contenido dolor y receptores sensoriales, la fascia reacciona a la presión, vibración y temperatura y puede detectar cambios en el movimiento y el entorno químico. La fascia a menudo forma el punto de origen o unión de los músculos. Cuando el cuerpo no se mueve lo suficiente, la fascia puede pegarse y causar pequeños desgarros en la fascia.

Función y estructura

La importancia de la fascia solo se ha reconocido en los últimos años. No son solo material de relleno del cuerpo, sino que las fascias están involucradas en muchos procesos importantes del cuerpo. Tienen funciones importantes para la estabilidad, movilidad y mantenimiento del cuerpo. La fascia sostiene todos los órganos en el lugar destinado para ellos, aunque la alta viscoelasticidad de la fascia permite variar la posición dentro de un cierto rango si es necesario. Esto hace posible, por ejemplo, mover los órganos durante respiración o para ajustar su posición en caso de el embarazo. La fascia da forma a los músculos, determina y mantiene la posición de los músculos, proporciona fuerza y ayuda a la contracción muscular. Sin embargo, la fascia no solo puede soportar el músculo en contracción, sino también contraerse a sí mismo. Además, la fascia separa diferentes músculos para que los músculos que están muy juntos no afecten la función del otro. Al mismo tiempo, las fascias pueden transferir fuerzas entre diferentes músculos y al sistema esquelético, asegurando así la interacción y el movimiento suave de articulaciones. Las diferentes células del cuerpo pueden comunicarse entre sí a través de las fascias. Tienen una gran capacidad para unir agua y por lo tanto también sirven como depósito de agua del cuerpo. Especialmente las fascias superficiales pueden almacenar grasa y, por lo tanto, servir como reserva de energía. Las fascias tienen una función de amortiguación y absorben los golpes durante el movimiento. Ligamentos que estabilizan articulaciones también constan de tejido de fascia. También forman una capa protectora contra la penetración de cuerpos extraños y contienen células específicas del sistema inmunológico.

Enfermedades y dolencias

En personas jóvenes y sanas, las fascias tienen una gran elasticidad y movilidad, lo que disminuye con la edad o puede verse limitado por la falta de movimiento o una lesión. En caso de accidente, por ejemplo, un esguince o hueso roto, las fascias pueden torcerse o partirse. Dolor y el movimiento restringido son el resultado. Asimismo, la fascia puede lesionarse durante cortes o cirugías. La fascia adhesiva o endurecida puede Lead a dolor en las articulaciones, dolor en el cuello, hombros y espalda, así como dolor abdominal o dolor indefinible. La fascia también está involucrada en lesiones deportivas como el llamado tenis codo. En tales casos, las fascias han perdido su elasticidad debido a constantes y excesivas estrés o muy poco movimiento y restringe la capacidad de movimiento de los músculos afectados. Como resultado de una mala postura, el tejido de la fascia puede moverse de manera incómoda y no realizar su función como se esperaba. En tales casos, el linfa el flujo entre el músculo y la fascia se altera y el deslizamiento de la fascia ya no es posible, de ahí el término "adhesión de la fascia". A través de linfa Se transportan fluidos, importantes para la acumulación corporal y los productos de degradación, que se dificultan en el caso de la fascia encolada e inhiben la transmisión de fuerza a través de la fascia. Además del dolor, pueden producirse entumecimiento o restricciones en la movilidad del cuerpo. La fascia puede hincharse con una lesión o tensión, pellizcando los nervios y también causando dolor.