Exámenes en el ginecólogo

Ciertamente hay cosas que una mujer prefiere hacer que visitar al ginecólogo. Pero también es cierto que solo los exámenes regulares pueden detectar trastornos en una etapa temprana. Por lo tanto, toda mujer debe hacerse un chequeo una vez al año a partir de los 20 años como máximo.

Tareas de un ginecólogo

El ginecólogo tiene varias responsabilidades clave: en el caso de quejas agudas y enfermedades crónicas, decide el diagnóstico y terapia forestal, con el fin de detectar enfermedades como cáncer de mama en una etapa temprana, realiza exámenes preventivos regulares (o coordina pruebas adicionales), brinda consejos a las mujeres y se ocupa de las mujeres embarazadas y sus bebés por nacer durante el embarazo.

La mayoría de las mujeres experimentan la visita y el examen de un ginecólogo como una situación bastante desagradable que, incluso más que la mayoría de las otras visitas al médico, cruza la línea hacia áreas muy íntimas y posiblemente vergonzosas. Especialmente para las niñas que visitan el consultorio de un ginecólogo por primera vez, se requiere una gran sensibilidad por parte del médico y de los recepcionistas.

La primera vez al ginecólogo.

El momento adecuado para visitar a un ginecólogo por primera vez es diferente para cada niña. Algunos ginecólogos advierten que esto ha ocurrido después del inicio del primer período menstrual, otros creen que no es necesario un examen inicial hasta los 20 años (a menos que haya ocasiones más específicas).

Las buenas razones incluyen un período que aún no ha comenzado a los 16 años, quejas como vagas más bajas dolor abdominal o secreción de olor fuerte, picazón y cuya en la vagina, y la necesidad de asesoramiento sobre las relaciones sexuales, anticoncepcióno pubertad.

Conversación y asesoramiento

El primer enfoque es preguntar específicamente a la paciente sobre el motivo de su visita al médico y su historial médico (anamnesia). Si tiene quejas actuales, debe describirlas con la mayor precisión posible: dónde, cuándo y con qué frecuencia ocurren, si comenzaron repentinamente o si han estado presentes durante algún tiempo, y si hay otros síntomas presentes.

La “historia menstrual” es particularmente importante, es decir, cuándo fue el último sangrado, si el período es regular o ausente, a qué intervalos comienza y cuánto dura, si es doloroso y si hay sangrado en el medio. En las mujeres mayores, las preguntas también pueden centrarse en menopausia.

Además, el tipo de anticoncepción usados, otras enfermedades crónicas experimentadas o existentes, nacimientos previos, operaciones o accidentes, medicamentos tomados y enfermedades familiares también son importantes. También se deben abordar los problemas sexuales o el abuso.

Si visita al ginecólogo con una inquietud específica, es recomendable, especialmente en una primera visita, anotar las preguntas de antemano y llevar estas notas a la visita al médico. Esto ayuda a combatir la ansiedad y la dificultad que a menudo la acompaña para concentrarse en lo que realmente desea.