Duración | Ejercicios para el síndrome piriforme

Duración

La duración de un síndrome piriforme depende de muchos factores. Debido a la similitud de los síntomas en los problemas de disco, el músculo piriforme a veces se reconoce tardíamente como el desencadenante de los síntomas. Si el problema ha estado presente durante mucho tiempo y es posible que ya se haya producido una cronificación, esto puede prolongar el curso de la enfermedad.

Una vez que el problema básico, es decir, el Síndrome piriforme, ha sido diagnosticado y la terapia real se puede iniciar con dolor y fármacos antiinflamatorios, así como medidas fisioterapéuticas, el paciente individual es el factor más importante. Esto significa que el paciente puede tener que acostumbrarse a nuevos patrones de movimiento y abstenerse de otras actividades. La realización de ejercicios fisioterapéuticos también es fundamental para un buen y fluido proceso de curación.

En el caso ideal, los problemas deberían haber mejorado significativamente o incluso desaparecer después de 4 semanas como máximo. Por el contrario, la duración del Síndrome piriforme también se puede prolongar si daño en el nervio ya está presente o si el paciente no se acerca a la terapia de manera consistente y disciplinada. En algunos casos raros, puede ser necesaria una cirugía, lo que puede prolongar aún más la duración del síndrome.

Causas

La músculo piriforme es un músculo en forma de pera que se extiende desde la superficie interna inferior del sacro a la superficie interior de la muslo hueso y pertenece al grupo profundo de músculos de la cadera. Debido a su proximidad anatómica al nervio ciático, a menudo causa problemas en esta área. Para aliviar la síntomas del síndrome de Piriformis, es importante que los afectados se vuelvan activos ellos mismos.

El síndrome piriforme puede tener varias causas. Debido a la proximidad anatómica del músculo a la articulación sacroilíaca, los problemas en esta articulación también pueden afectar a la músculo piriforme y causar problemas. La fuerza externa (por ejemplo, una caída) y las lesiones pueden causar cicatrices en el tejido y causar problemas. Lesiones deportivas y la tensión muscular también contribuyen al desarrollo del síndrome piriforme. Debido a la proximidad del músculo al nervio ciático, los pacientes ya experimentan ligeros cambios en el músculo debido a dolor cuando comprime el nervio ciático.