Diferentes tipos de alimentación: ¿estoy comiendo bien?

En realidad, sería bastante simple: comemos cuando tenemos hambre y paramos cuando estamos llenos. Por desgracia, este no es siempre el caso. A menudo no tenemos tiempo para comer adecuadamente o no nos sentimos cómodos con nuestro peso y queremos bajar de peso. Pero la dieta puede terminar con trastornos alimentarios. Y comer ajetreado a menudo se asocia con un mal dieta. En este contexto, es interesante saber si la propia conducta alimentaria es correcta. Preguntas como "¿Por qué como?" o "¿Cuándo y cuánto como?" debe preguntarse para averiguar el tipo de alimentación de uno, porque no siempre se trata solo de gruñir estómago eso nos da una razón para comer.

Las normas sociales y culturales determinan la conducta alimentaria.

Incluso en la infancia, los rituales alimentarios determinan nuestra vida diaria. Fijar comidas, pero también reglas de nuestros padres como “Cómete el plato vacío” o “Si eres bueno, obtendrás algo dulce” desencadenan sentimientos que asociamos con la comida. Esto puede ser positivo, por ejemplo, cuando almuerzan juntos en familia, pero también puede crear hábitos alimenticios desfavorables.

La conducta alimentaria está cada vez más determinada por los estímulos externos a medida que llegamos a la pubertad. El hambre, el deseo y la frustración ya no pueden distinguirse claramente como motivos para comer, por ejemplo, cuando se come por ira o aburrimiento. Numerosos estudios muestran que las personas que son exceso de peso están demasiado influenciados por estos o estímulos externos similares.

El control consciente puede cambiar los hábitos alimenticios

A través del control cognitivo consciente, los adultos o adolescentes pueden cambiar repentinamente su comportamiento alimentario y desafiar años de hábitos alimenticios. Aquí, las malas decisiones son particularmente drásticas cuando se realizan cambios en la dieta sin tener en cuenta las necesidades y señales físicas reales. Por lo tanto, es importante obtener los conocimientos adecuados antes de realizar cambios importantes en la conducta alimentaria, por ejemplo, visitando a un médico de antemano.

Cada persona tiene muchos tipos de alimentación en sí misma. En la mayoría de los casos, se pueden determinar un tipo principal y uno o dos tipos secundarios. Por ejemplo, el consumidor dependiente del estado de ánimo, que tiende a comer en exceso y cuya conducta alimentaria está fuertemente determinada por su estado emocional personal, puede convertirse en un comedor restringido si sigue dietas más largas. O el comensal agitado de lunes a viernes puede convertirse en un aficionado a la comida el fin de semana.

El ejercicio y una dieta saludable son importantes

Tómese su tiempo para comer, prefiera consumir alimentos ricos en fibra y vitaminasy haga suficiente ejercicio. Sin embargo, no debe perder el placer de comer en el proceso. No siempre tienes que comer ensalada cuando todos los demás están disfrutando de una rica comida con un delicioso postre, porque los pequeños pecados de comer de vez en cuando son perdonados por nuestra figura si de lo contrario prestamos atención a cuándo y qué comemos.

¡Haz la prueba de comer! Con esta pequeña prueba, puede aprender más sobre sus propios hábitos alimenticios y averiguar si está comiendo bien. Y aquí puedes ir a la prueba del tipo de alimentación.