Los niños y los jóvenes también suelen temer por sus padres y abuelos. Y aunque ellos mismos rara vez enferman gravemente de infección por Sars-CoV-2, algunos de ellos también temen por su propia salud.
Todo esto supone una enorme carga emocional para los niños y jóvenes durante la pandemia, y no deja de tener consecuencias: los problemas de salud mental han aumentado drásticamente entre ellos durante la pandemia. Alrededor del 77% estuvo más estresado durante el primer y segundo confinamiento que antes, según una encuesta realizada a 1,000 niños y jóvenes y a sus padres. Alrededor de un tercio de ellos reaccionaron con problemas de conducta y trastornos mentales.
El entorno social también determina las consecuencias psicológicas.
Los niños que crecen en un hogar estable y reciben ayuda de sus padres en general han superado bien la pandemia hasta ahora.
Sin embargo, a los jóvenes de familias socialmente desfavorecidas les ha ido peor: tienen menos lugares donde retirarse debido a que sus casas son más pequeñas. No todos estos niños tienen computadoras portátiles y dispositivos similares necesarios para el aprendizaje digital.
Pero los más afectados son los menores que están expuestos al desamor o al abuso durante el encierro. Ya no tienen un lugar al que retirarse. Nadie se da cuenta de las consecuencias del abuso por falta de contacto.
Síntomas
¿Cómo se manifiestan los efectos psicológicos?
- Ansiedad: Los expertos han observado, en particular, que la ansiedad ha aumentado entre los niños y los jóvenes.
- Estado de ánimo depresivo: Si la ansiedad dura más tiempo puede convertirse en un estado de ánimo depresivo, con estado de ánimo deprimido, retraimiento y pérdida de intereses y placer.
- Trastornos de conducta: Algunos niños y adolescentes reaccionan con trastornos de conducta como hiperactividad y agresividad.
- Síntomas psicosomáticos: algunos cachorros experimentan síntomas psicosomáticos como dolores de estómago o de cabeza.
- Trastornos alimentarios: en el año de la corona ha aumentado el número de adolescentes que reciben tratamiento por trastornos alimentarios.
- Trastornos del sueño: Otra consecuencia común del estrés mental son los trastornos del sueño. Los padres ya están observando problemas con los niños más pequeños para conciliar y permanecer dormidos.
- Aumento de peso: Aunque no es un trastorno psicológico, puede agravar problemas psicológicos ya existentes.
Queda por ver si la pandemia del coronavirus tendrá efectos a largo plazo en el desarrollo general de niños y adolescentes.
Causas
Sin embargo, otras razones para el deterioro del estado mental de niños y jóvenes también son de naturaleza física, como por ejemplo una mala alimentación y muy poco ejercicio. Hasta el 40 por ciento de los niños y jóvenes dejaron de estar activos durante el confinamiento debido a la falta de clubes deportivos y actividades de ocio.
Consejos para afrontar la situación: ¿qué ayuda?
Existe una amplia gama de factores que ayudan a las personas a permanecer mentalmente estables durante la pandemia. Son buenos tanto para niños y jóvenes como para adultos.
Estructura: Los humanos son criaturas de hábitos. Una vida sin rutina es a la vez estresante y paralizante. Por eso, estructura tu día y el de tus hijos, especialmente en tiempos de coronavirus: ¿Cuándo estudian, cuándo tienen tiempo libre? ¿Cuándo comen y cuándo hay un programa deportivo corto? ¿Y cuándo y durante cuánto tiempo consumen medios? Crea un plan para esto junto con tus hijos.
Ejercicio: Hablando de programas deportivos: el ejercicio elimina el estrés de forma natural. El ejercicio reduce las hormonas del estrés. Después, tu estado de ánimo habrá subido varios puntos en la escala de felicidad. Tome un paseo familiar, por ejemplo. Si los niños están aburridos, también puedes animar las cosas con juegos como “Veo lo que tú no ves”.
Actividades conjuntas: muchas familias han redescubierto las actividades conjuntas durante la pandemia. Los juegos de mesa, el canto, las manualidades y cocinar juntos también son divertidos para los más pequeños. Esto último, especialmente cuando todos deciden qué hay sobre la mesa.
Hora de la caja del duelo: También debes programar tiempo para conversaciones en las que les preguntes a tus hijos cómo están y qué es lo que quizás les molesta especialmente en este momento. Piensen juntos en lo que pueden hacer si es necesario para que el niño se sienta mejor nuevamente.
Fomente pensamientos positivos: siempre hay malas noticias durante la pandemia. Incluso los más pequeños son conscientes de ello, y los mayores aún más. En lugar de dejar que los sentimientos negativos te depriman demasiado, puedes centrar tu atención en las cosas positivas. Por ejemplo, en un ritual nocturno: tres cosas que estuvieron bien ese día. O hablar de experiencias como la última vez que fuiste al zoológico, que fue muy agradable.
Explique lo que está pasando: Los niños notan cuando sus padres están preocupados y se sienten menos ansiosos si entienden por qué algunas cosas no son posibles en ese momento. Explíquele a su hijo en términos sencillos por qué no puede ir a la guardería en este momento o por qué todos caminan con mascarilla.
Sea un modelo a seguir: tome en serio los consejos. Cuanto más tranquila y confiadamente afrontes la situación, mejor lo afrontarán tus hijos. Y también serás un buen modelo a seguir.