Una bursa (bursa synovialis) es una estructura en forma de saco llena de líquido sinovial. Estas bolsas se encuentran en el sistema musculoesquelético, especialmente en lugares que están mecánicamente expuestos a una presión particularmente alta. Allí reducen las fuerzas de tracción y compresión y por tanto la fricción entre hueso, piel, músculo y Tendones.
Una inflamación de la bolsa (bursitis) puede ser causada por lesiones, una irritación permanente (sobrecarga) o, más raramente, por una infección. La bursitis a menudo ocurre en articulaciones que están sujetos a una gran tensión mecánica, como la rodilla. Sin embargo, también pueden aparecer en el codo, hombro, cadera o talón.
Síntomas
Los signos típicos de inflamación se encuentran en la bursitis, especialmente una generalmente fuerte. dolor. Además, la zona afectada está sujeta a enrojecimiento, hinchazón y sobrecalentamiento. Si la inflamación se localiza cerca de una articulación, a menudo conduce a una movilidad limitada. Solo en casos raros la inflamación se propaga a todo el cuerpo, de modo que los síntomas generales, como fiebre or linfa Puede ocurrir inflamación de los ganglios.
Causar
El tratamiento de la bursitis debe realizarse lo antes posible después del diagnóstico por parte del médico. Las opciones de tratamiento son múltiples, por lo que la decisión debe basarse en la condición del paciente, sus preferencias y el estadio de la enfermedad. La terapia de la bursitis aséptica y séptica se diferencia fundamentalmente en que en la inflamación séptica, además del tratamiento de la inflamación, también se debe combatir el patógeno causante.
En la bursitis aséptica, donde no intervienen patógenos, la protección de la articulación afectada es de gran importancia. El punto aquí es sobrecargar la bolsa como causa de su inflamación. Al preservar el tejido, se puede reducir la inflamación y puede comenzar el proceso de curación.
Sin embargo, incluso en el caso de bursitis séptica, se debe preservar la articulación afectada para evitar daños consecuentes después de que la inflamación haya sanado. Otro método conservador es la aplicación de compresas frías y calientes para promover sangre circulación y así acelerar el proceso de curación. Desde el punto de vista médico, los AINE (medicamentos antiinflamatorios no esteroides) son los medicamentos de elección, ya que combaten dolor e inflamación
Los agentes de uso común son aspirina (CULO), ibuprofeno or diclofenaco. Como estos irritan el estómago revestimiento, solo deben usarse en combinación con tabletas de protección del estómago en pacientes que ya han sufrido una úlcera estomacal. En cualquier caso, incluso si los medicamentos son de venta libre, solo deben tomarse después del consejo de un médico que esté familiarizado con la dosis adecuada y la duración del uso.
Si la bursitis es séptica, el uso de antibióticos es necesario. La elección del antibiótico adecuado puede requerir una punción de la bursa. UN punción También se puede utilizar con fines terapéuticos: al drenar las secreciones purulentas, la articulación se alivia y el paciente siente una mejoría inmediata.
Si la inflamación es particularmente resistente o el paciente sufre un alto grado de sufrimiento, la bursa también se puede lavar con glucocorticoides (cortisona), que tienen un efecto antiinflamatorio más fuerte que los AINE que ibuprofeno. Como regla general, la intervención quirúrgica no es necesaria en casos de bursitis. Esto solo se considera si los métodos conservadores mencionados anteriormente fallan o si la inflamación es hiperaguda (extremadamente rápida).
En este caso, existe el riesgo de una fuga de patógenos en todo el circulación corporal (sepsis), que puede poner en peligro la vida. Afortunadamente, este curso rara vez se observa. Incluso si la bursitis se ha desarrollado después de una operación, a menudo se recomienda el tratamiento quirúrgico, ya que de lo contrario pueden ocurrir progresiones crónicas.
En terapia quirúrgica, endoscópica endoscopia (Similar a artroscopia) se utiliza. Aquí el cirujano trabaja de forma mínimamente invasiva, por lo que la bolsa se deja en la articulación. Una clara ventaja de este método es que, al dejar la bolsa en su lugar, puede continuar realizando su función y proteger la articulación de un estrés excesivo.
Otra posibilidad es cortar toda la bursa inflamada. La eliminación completa de la inflamación conduce a una curación rápida y completa. Sin embargo, la ausencia de la bolsa puede restringir severamente la función de la articulación y hacerla más susceptible al desgaste (artrosis).
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