Cemento óseo: aplicaciones y beneficios para la salud

El cemento óseo representa un adhesivo de dos componentes, que se forma mezclando un polvo con un líquido poco tiempo antes de su uso. Se utiliza para anclar elásticamente endoprótesis artificiales al hueso. Después de la implantes se insertan, el artificial articulaciones puede soportar inmediatamente cargas normales gracias a las propiedades del cemento óseo.

¿Qué es el cemento óseo?

El cemento óseo es un adhesivo que puede unir de manera firme y elástica endoprótesis artificiales a la articulación. Es un polímero de metacrilato de metilo. El metacrilato de metilo o PMMA es un material ampliamente utilizado también conocido como plexiglás. PMMA combina dos materiales con mucha firmeza y también es muy elástico al mismo tiempo. Son precisamente estas propiedades las que predestinan a este adhesivo para la unión estable de componentes sometidos a constantes estrés. Esto se aplica en particular a los articulaciones. Aparte de la fatiga causado por la operación, el paciente puede soportar una carga completa inmediatamente después de la inserción del implante, porque el material tiene una alta elasticidad además de su alta capacidad de unión. Sin embargo, cambiar el implante puede resultar difícil porque es difícil retirar el cemento óseo. El cemento óseo se ha utilizado con éxito en la inserción de articulaciones desde mediados del siglo XX. Esto se aplica a todas las articulaciones como la articulación de la rodilla, articulación de cadera, articulaciones del codo o del hombro. Hoy en día, el cemento óseo se utiliza de forma rutinaria porque su manejo en la práctica clínica es cómodo y sencillo.

Formas, tipos y clases

El cemento óseo es un material uniforme que es un polímero de metacrilato de metilo. Está formado por una reacción de polimerización exotérmica después de mezclar dos componentes llamados aglutinante y endurecedor. Estos son un polvo y un líquido. El líquido consiste en una solución del monómero, mientras que el polvo contiene la sustancia activadora. La polimerización se produce con la generación de calor. Después de mezclar los dos componentes, se forma inicialmente una pasta pastosa, que se transforma en una sustancia vítrea elástica. Esta sustancia constituye el cemento óseo real. La única diferencia en la composición del cemento óseo es la adición de antibióticos como gentamicina para prevenir infecciones locales en el sitio quirúrgico. La suma de antibióticos se ajusta individualmente. Además, el cemento óseo también contiene diferentes proporciones de los denominados agentes de contraste para poder visualizarlo en procedimientos de imagen como Rayos X exámenes. Entre otros, sulfato de bario o dióxido de circonio se utilizan como agentes de contraste.

Estructura y modo de funcionamiento

Durante la cirugía, el cemento para huesos se mezcla mezclando polvo y líquido. Se genera calor para formar una masa masa que se llena en el huesos. Por tanto, todas las cavidades se mezclan con este masa y sellado con él. Luego, la prótesis se coloca cuidadosamente en esta sustancia pastosa. La viscosidad aumenta progresivamente y el cemento masa se endurece y forma una matriz. Esto fija permanentemente la articulación artificial. El cemento sigue siendo lo suficientemente flexible para garantizar la capacidad de carga mecánica de la prótesis. El calor de reacción durante la formación del cemento puede elevarse a 70 grados centígrados. Sin embargo, el organismo solo puede tolerar una temperatura máxima de 42 a 46 grados centígrados. Por encima de esta temperatura, se produce la desnaturalización de las proteínas corporales. Para asegurar esta baja temperatura, el procedimiento quirúrgico debe ser tan preciso que sea posible aplicar capas muy finas de cemento óseo. Con una capa de menos de cinco milímetros, la disipación de calor es suficiente para preservar el tejido circundante debido a la mayor superficie. Además, la disipación de calor también se produce a través de la gran superficie de la prótesis y a través del sangre arroyo.

Beneficios médicos y de salud

El uso de cemento óseo ha demostrado ser muy exitoso en la práctica clínica. Los pacientes pueden ser removilizados rápidamente después de la cirugía. La prótesis se puede cargar completamente rápidamente. El material es muy estable y duradero, por lo que los resultados a largo plazo son muy buenos. La capacidad de carga mecánica también es muy alta desde el principio debido a la elasticidad del cemento óseo. También es ventajoso que antibióticos se puede agregar al polvo antes de mezclar los componentes, lo que previene eficazmente las infecciones en el sitio quirúrgico. Después de la operación, estos ingredientes activos se liberan lentamente y, por tanto, ejercen una influencia local. El lanzamiento es tan pequeño que local antibiótico la eficacia está asegurada, pero todo el organismo no está cargado de antibióticos. Solo en el caso de un conocido alergia a los antibióticos en caso de que se realice una cirugía articular sin el uso de cemento óseo. En casos raros, una gota en sangre presión y oxígeno puede ocurrir saturación durante la cirugía. Para ello se discute un efecto vasodilatador del cemento debido a la formación de gases durante la polimerización. En general, el uso de cemento óseo es parte de la práctica médica de rutina debido a su alta tasa de éxito. Sin embargo, cuando es necesario reemplazar una prótesis, el cemento óseo a menudo resulta resistente. Si no hay infección, no es necesario quitar el cemento por completo. Sin embargo, en caso de infección, es necesario un reemplazo radical del cemento óseo. Sin embargo, la evidencia actual sugiere que es más fácil quitar el cemento que reemplazar las prótesis no cementadas que están bien enterradas en el lecho óseo.