“Martillo” Desde el asiento largo, presione la parte posterior de la rodilla contra la almohadilla de modo que el talón (dedos apretados) se levante ligeramente del piso. La muslo permanece en el suelo. ¡El movimiento proviene solo de la articulación de la rodilla, no de la cadera!
Si articulación de la rodilla no proporciona suficiente extensión, el ejercicio puede facilitarse apoyando la parte posterior de la rodilla con una toalla o un cojín pequeño. Haz repeticiones rápidas una tras otra (20-25 repeticiones en 3 series) para que el talón haga pequeños movimientos de martillo en el suelo. Para fortalecer, la posición estirada y elevada se puede mantener durante unos segundos y luego soltarla nuevamente. Continuar con el siguiente ejercicio